En crisis, celebran aniversario de la revolución en Nicaragua

Toluca, México; 19 de julio de 2018. Nicaragua celebró este jueves el trigésimo noveno aniversario de la revolución de 1979 contra el dictador Anastasio Somoza, a pesar de la actual crisis política que ha provocado la muerte de cientos de personas en una ofensiva del gobierno contra los manifestantes que buscan la salida del presidente […]

Toluca, México; 19 de julio de 2018. Nicaragua celebró este jueves el trigésimo noveno aniversario de la revolución de 1979 contra el dictador Anastasio Somoza, a pesar de la actual crisis política que ha provocado la muerte de cientos de personas en una ofensiva del gobierno contra los manifestantes que buscan la salida del presidente Daniel Ortega.

Simpatizantes del presidente, que ayudó a liderar el levantamiento sandinista hace décadas, dicen que el país ha progresado bajo su mandato. Por otro lado, los detractores argumentan que Ortega se ha convertido en un dictador y debería dimitir luego de consolidar un control político casi total en manos de su familia. Su esposa, Rosario Murillo, ocupa la vicepresidencia.

"Nunca pensé que vería a Daniel Ortega convertirse en un dictador y mucho menos en un criminal que trataría de mantenerse en el poder através de la violencia y el derramamiento de sangre", dijo el analista político Julio López Campos, un ex guerrillero que una vez se mantuvo cerca del presidente Ortega. La Asociación Nicaragüense de Derechos Humanos ha contabilizado 351 asesinatos relacionados con disturbios entre el 19 de abril y el 10 de julio, mientras que el gobierno calcula la cifra en más de 200.

A pesar de la violencia, se esperaba que muchos se reunieran el jueves por la tarde en una plaza pública cerca del lago Managua para escuchar hablar a Ortega durante una manifestación conmemorativa de la caída de la dictadura de Somoza. El evento anual generalmente atrae a cientos de miles de personas, incluidos los empleados del gobierno para quienes la asistencia no es necesariamente opcional.

 

 

Este año, el gobierno no organizó caravanas de otras ciudades como es costumbre, sino que dirigió a personas fuera de la capital para celebrar localmente en parques y plazas. Se esperaba que muchas personas asistieran a la manifestación en apoyo del gobierno.

“La revolución está más viva que nunca ", dijo una de las asistentes a las celebraciones, Arelia Membreno, que dirige una pequeña empresa en el barrio de Laureles, al sur de Managua. "Me han dado un préstamo, una beca para mi hija y la calle frente a mi casa ha sido pavimentada. Antes, sólo era tierra ".

Sin embargo, analistas aseguran que la generosidad de Ortega se ha visto condicionada por el colapso constante de Venezuela, cuyo gobierno de izquierda había vendido combustible a bajo precio a Nicaragua. Con la economía venezolana derrumbándose y la producción de petróleo a la baja, se ha vuelto más difícil subsidiar las compras de combustible nicaragüenses.

La opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia instó a los nicaragüenses a boicotear las celebraciones y enviar un mensaje quedándose en casa con sus familias. "No hay nada que celebrar", dijo en un mensaje que circuló en las redes sociales, "sino mucho para lamentarse".

 

 

Este jueves también se cumplieron tres meses desde el inicio de las protestas antigubernamentales que comenzaron por los recortes al sistema de seguridad social, pero se ampliaron para incluir demandas de que Ortega abandone el cargo y se lleven a cabo elecciones anticipadas.

En su campaña para consolidar el control, Ortega, que volvió al poder en 2007 después de tres intentos fallidos de ganar la presidencia, ha eludido los límites del mandato para ser reelegido y ha embalado tribunales y agencias gubernamentales con aliados. La selección de Murillo como vicepresidente fue visto por muchos como un intento de establecer una dinastía familiar.

El lunes, miembros de la Organización de las Naciones Unidad (ONU) y de la Unión Europea (UE) urgieron al gobierno del presidente Ortega el cese a la violencia y la represión del Estado. El secretario General de la ONU, Antonio Guterres, condenó en Costa Rica los hechos y calificó de “inaceptable” la fuerza bruta que los grupos armados están ejerciendo en contra de la población. “Es esencial que pongan fin a la violencia inmediatamente y que se restablezca el diálogo. Una solución política es la única aceptable”, declaró.

Sumado a Guterres, la alta representante de la UE para asuntos de Política Exterior, federica Mogherni, comunicó en Bruselas que dirigió una misiva al ministro de Exteriores de Nicaragua, el canciller Denis Moncada. Además, dirigió unas palabras a su equivalente centroamericano, donde comunicó la postura del bloque europeo y que éste “espera un fin inmediato se la violencia, la represión, las detenciones arbitrarias y que se respeten las libertades fundamentales”. A ellos también se han sumado los Estados Unidos y 13 países latinoamericanos, entre los que se encuentra México.