La marcha del pasado domingo, denominada por la defensa del INE (Instituto Nacional Electoral) fue un fracaso, aseguraron analistas. En términos de los objetivos planteados por los organizadores, los manifestantes no tenían la información suficiente sobre la reforma electoral que se discute en el Congreso de la Unión.
Durante el Conversatorio AD, los analistas Daniel Serrano, Aníbal Mejía y Mario García coincidieron en que el objetivo de la manifestación era mandar un mensaje de oposición a las decisiones del presidente Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, entre los asistentes a la marcha –llevada a cabo en Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México–, no hubo una consigna uniforme. Incluso hubo voces a favor de las propuestas que envío el ejecutivo federal en materia electoral.
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“El problema con las y los convocantes a esta marcha es que no han consensuado la oposición a la reforma con el grueso de la población. Es la oposición de un grupúsculo a esa reforma, pero no la comparte la oposición, no la comparte amplios sectores de la sociedad.”, expresó Daniel Serrano.
Los panelistas enfatizaron en que no hay consenso social contra la reforma. Esto confirma lo que ya había expuesto la encuesta realizada por el INE sobre que la ciudadanía está a favor de los cambios.
Las protestas representan avance en la democracia
Aníbal Mejía aseguró que existe consenso entre la población sobre disminuir el gasto destinado al INE y a los partidos políticos. Celebró que las personas salieran a manifestarse y no hubiera impedimentos de seguridad.
“El que salga la gente a expresar su voluntad de manera libre y no sea evitado ello con auxilio de la fuerza pública, es algo de que ya implica un avance en México. Que bueno que así sea”, mencionó.
Aseguró que lo importante de este tipo de protestas es cambiar lo que no funciona en las leyes e instituciones.
“El fondo no es la marcha, el fondo es que hay que cambiar lo que está mal en el Instituto Nacional Electoral. Lo que está mal en la legislación electoral, que es mucho, somos la democracia más cara del mundo. Un chofer de consejero electoral gana 38 mil pesos. Hay profesionistas que a duras penas están ganando dos o tres salarios mínimos, eso es ofensivo.”, aseveró.