LA TEORÍA DEL CAOS

Los claroscuros del Día Internacional de la Mujer El Iconoclasta Sancho Escribano Como anualmente lo hace, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) publicó una serie de datos estadísticos que revelan el panorama sociodemográfico de algún segmento de la población. El Día Internacional de la Mujer no es la excepción, y el Instituto reporta […]

Los claroscuros del Día Internacional de la Mujer

El Iconoclasta Sancho Escribano

Como anualmente lo hace, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) publicó una serie de datos estadísticos que revelan el panorama sociodemográfico de algún segmento de la población. El Día Internacional de la Mujer no es la excepción, y el Instituto reporta algunos datos que revelan una parte de la realidad social de las mujeres mexicanas.

En México, las mujeres representan más de la mitad de la población total (51.4%), lo que implica una relación de 94.4 hombres por cada 100 mujeres. Este panorama es revelador de la transformación sociocultural que ha experimentado el país en tiempos recientes. Las cifras revelan, por ejemplo, que los cambios en los patrones sociales produjeron en los últimos años una disminución del matrimonio como práctica; en 2015, la tasa bruta de nupcialidad fue de 4.6 matrimonios por cada mil habitantes en nuestro país, lo que implica una disminución de 34.3% con respecto al año 2000, donde este indicador fue de 7.0 matrimonios por cada mil habitantes.

En las mujeres en edad fértil, la edad promedio en relación con la primera unión registró un incremento en las últimas décadas, al pasar de 18.8 años en 1976 a 20.2 años en 2014. Pero también (de acuerdo con información de la Encuesta Intercensal 2015), de la población total, 31.5% de las mujeres reportaron ser solteras, en contraste con 37.0% de los hombres en la misma situación; la diferencia se presenta igualmente en las mujeres que son casadas, quienes representan 38.1%; con respecto a los hombres que se encuentran en esta misma situación conyugal, constituyen 40.6%.

Además, 33.1% de las mujeres en edad fértil reportan no tener hijos, mientras que el promedio de hijos nacidos vivos en mujeres en edad fértil es de 1.7 hijos por cada una. Del total, 16.7% tienen un solo hijo; 21.8% tiene dos; 16.4% indica tres hijos, y sólo 12% reporta tener cuatro o más hijos. Cabe destacar asimismo que las mujeres presentan una tendencia a permanecer sin pareja al disolverse su vínculo conyugal.

Esto nos lleva al otro lado de la moneda: la atención de los rezagos sociales: tan sólo en 2015, se registraron 655 mil 688 defunciones en el país; del total, 363 mil 732 fueron defunciones masculinas y 285 mil 498, defunciones femeninas. Este total de muertes equivale a una tasa bruta de mortalidad de 5.4 fallecimientos por cada mil habitantes: 4.5 decesos por cada mil mujeres y 6.2 muertes por cada mil hombres (por supuesto, no entran en esta estadística los homicidios dolosos de mujeres ni los feminicidios, que son un fenómeno que se cuece aparte).

La mayoría de las defunciones de mujeres registradas durante 2015 se concentró en edades adultas: 72% aconteció en la población de 60 o más años; 19.3%, en mujeres de 30 a 59 años; mientras que la población infantil (0 a 14) y joven (15 a 29 años) representan 1.7% y 2.9% de las defunciones femeninas, respectivamente.

Entre las principales causas de muerte en la población del país, de acuerdo con el INEGI, sobresalen las enfermedades del sistema circulatorio, responsables de 25.5% del total de defunciones: 23.8% de los fallecimientos de hombres y 27.5% de las muertes femeninas. También resaltan las enfermedades isquémicas del corazón (13.3%) y cerebrovasculares (6.0%).

Las afecciones endócrinas, nutricionales y metabólicas son la segunda causa de muerte más frecuente en la población: 17.5% del total de fallecimientos se deben a este tipo de enfermedades, las cuales están más presentes en las mujeres (20.2%) que en hombres (15.3%).

La diabetes mellitus agrupa 15% del total de fallecimientos en el país: 17.4% de muertes femeninas y 13.1% de las masculinas. Los tumores malignos (13%) son la tercera causa de muerte en la población: 15% en mujeres y 11.5% en hombres.

En educación, el panorama ha cambiado. De acuerdo con cifras de la Secretaría de Educación Pública (SEP), en el ciclo escolar 2015-2016 las mujeres representan 49.2% de los inscritos en el nivel de enseñanza básico en el Sistema Educativo Nacional; en el nivel medio superior existe una ligera mayor proporción de mujeres inscritas (50.2%) que hombres (49.8%), en tanto que, en el nivel superior, 49.3% de las personas que cursan estudios profesionales son mujeres.

Referente al nivel de escolaridad, se distinguen diferencias por sexo, aunque se reporta una brecha relativamente baja, ya que, de las personas de 15 años y más, el porcentaje de mujeres sin instrucción es mayor al de los hombres en 1.6 puntos porcentuales: 6.8% contra 5.2%, respectivamente.

En el nivel medio superior, la diferencia es de 1.8 puntos entre mujeres y hombres (18.7% contra 20.9%, respectivamente) y, por último, en el nivel superior difieren en 1.9 puntos porcentuales (16.1% en mujeres y 18% en hombres); en el caso de estudios de normal, técnicos o comerciales, las mujeres duplican la presencia mostrada por los varones (5.4% en mujeres y 2.6% en hombres).

En cuanto al ejercicio del poder, en 2015, según datos del Instituto Nacional de las Mujeres, 22.4% de ellas se desempeñaba en puestos directivos de la administración pública; de las 30 dependencias de la administración pública federal, centralizada y paraestatal, solamente seis de ellas tenían como titular a una mujer: Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) –aunque actualmente ya no es su titular una mujer–, Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Procuraduría General de la República (PGR) –tampoco la encabeza actualmente una mujer–, Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).

Asimismo, el 36.7% de los integrantes de la Cámara de Senadores son mujeres, esto es, 47 de 128 legisladores; en tanto que, en la LXIII legislatura de la Cámara de Diputados, las mujeres ocupan 42.4% del total de los 500 curules disponibles, lo que equivale a 212 diputadas.

De los 11 miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, apenas dos son mujeres, y de los 32 estados del país, únicamente Sonora tiene gobernadora. Las cifras revelan que, hasta 2015, 9.4% de las presidencias municipales del país estaban a cargo de una mujer.

En este año, por primera vez en México, se declararon dos alertas de violencia de género: la primera en 11 municipios del Estado de México y la segunda en ocho municipios de Morelos.

El hecho de que la Organización de Naciones Unidas establezca, como temática de esta conmemoración, “La mujer en el cambiante mundo del trabajo: Planeta 50-50 en 2030”, hace la expresa referencia a que la desigualdad persiste y que sigue siendo asignatura pendiente, sobre todo en los ámbitos rurales de un país como el nuestro.

El discurso oficialista, incluso el que se analiza en las aulas o se promueve en sectores académicos, dista mucho de la realidad de las mujeres, que viven en pobreza o que experimentan diversos tipos de carencias.

Y en este sistema de desequilibrios e iniquidades, dos mujeres pretenden disputar la gubernatura de un estado complejo, en medio de una sociedad que no está todavía preparada para abrir el juego democrático a la igualdad de género (pero espero equivocarme).

En nuestra siguiente entrega haremos un recordatorio de las cifras de la violencia de género reconocidas oficialmente. Pero, pesar de ello, ¡feliz Día Internacional de la Mujer!

Cualquier información relacionada con esta columna: sanchoiconoclasta@gmail.com