“En la casa de mi madre”, poemario sobre el regreso de un inmigrante al origen: Pedro Salvador Ale

Toluca, México. 14 de abril de 2019. Como todas las mañanas, lo encuentras con música jazz de fondo escribiendo en una vieja computadora en su estudio apartado del resto de su casa de Metepec. El orden es primordial para que el poeta pueda seducir a las musas. Sobre las mesas y escritorio yace su obra […]

Toluca, México. 14 de abril de 2019. Como todas las mañanas, lo encuentras con música jazz de fondo escribiendo en una vieja computadora en su estudio apartado del resto de su casa de Metepec. El orden es primordial para que el poeta pueda seducir a las musas. Sobre las mesas y escritorio yace su obra poética, como documentos escritos a mano, esas líneas que tarde o temprano serán parte de un poema, de un texto periodístico, del análisis sobre algún tema en específico, o de un nuevo libro, como también están las revistas “Norte/Sur”, mismas que llevan el nombre de su editorial, la cual volvió a ser noticia al editar su nuevo libro “En la casa de mi madre” (2019).

Pedro Salvador Ale, el poeta nacido en Jujuy, provincia al norte de Argentina y nacionalizado mexicano, reactivó la editorial Norte/Sur con este nuevo poemario y tres obras más de la colección El Alba Dorada: “De cómo las aves pronuncian su dalia frente al cardo” de Francisco Trejo, “Raúl Garduño y el tiempo de la escritura” de Itzel Patricia Ortega Hernández y “Pizarnik: el frenesí hecho poesía” de Silvia Yulmaneli Moreno León.

Entrevistado para Alfa Diario con motivo de la salida de “En la casa de mi madre” y de los talleres de literatura que impartirá a partir del jueves 11 de abril en el estudio de su casa, donde se realizó la amena charla, el maestro acotó que este ejemplar de bolsillo, por el tamaño del formato, fue escrito en México, pero está sustentado en su viaje a su madre tierra del año pasado, cuando estuvo medio año en Córdoba, Argentina, donde vive su madre Nilda Mazza, con quien convivió de manera profunda, al grado de concretar este poemario.

“En la casa de mi madre es el único lugar donde no muero, en otra ciudad caigo herido de ser el que soy: el viajero sin tregua, el cómplice del azoro, el que funda con naipes del sentir la noche del vacío. Bebo el vino necesario para volar en la extranjería, para demoler fronteras con los abrazos; en el mantel el pan es extenso, con los milagros de una cocina que alimenta desde su olla sin fondo ni horario tantas hambres deslenguadas.

“En la casa de mi madre de ser caído me levanto por el agua breve de sus manos, descanso en su nombre, en su voz suave que despierta al niño que me habita con júbilo. Pasan los años, se fundieron en un solo tiempo, eterna historia cíclica. Llego con mi equipaje de aventuras, sólo allí la guerra del hastío no me encuentra: –Hijo: ¿no se te hace que al viento se le olvidó que es noviembre y ya no debería andar por aquí?”.

Para el autor de más de 30 libros de poesía, este nuevo libro es el regreso a los orígenes, a la base del árbol genealógico, el reencuentro con los antepasados y la propia realidad hizo que surgiera “En la casa de mi madre”, el cual escribió al regresar de la Argentina. El libro es el regreso de un inmigrante, es el regreso de un hombre que salió de su país por la dictadura hace más de 40 años. Más allá de todos los regresos que he hecho a mi país de origen, es saber dónde he echado raíces como forma de vida. El sentimiento del inmigrante se ha universalizado y yo lo he tratado en la literatura. Hablo en los poemas del que regresa a su casa y que sabe que se tiene que ir, tiene que regresar, volver”.

Sobre los talleres que impartirá a partir de esta semana, el autor de “El alucinante viaje del afilador de cuchillos” (1986), “Navegaciones” (1991) y “Los reinos del relámpago” (Antología poética 1973-2003), enfatizó que es un “Minitaller de escritura creativa, un método para adquirir un estilo literario, el cual consistirá en sesiones únicas durante el mes de abril y mayo. La primera parte consta de dos horas bajo el concepto de Preceptiva literaria y la segunda parte, también de dos horas, lectura, creación y corrección de textos. Claro que habrá días opcionales en abril, por el tema de las vacaciones, mismo que pueden ser miércoles, jueves o viernes. El horario es de 18 a 22 horas, con cupo limitado y el costo por sesión es de 300 pesos. Se llevarán a cabo en mi domicilio, ubicado en Benito Juárez 206, Villas II, Casa 8, Barrio de San Mateo, Metepec, México. Empezamos el jueves 11 de abril por la tarde”.

El Premio Nacional de Poesía Joven de México “Elías Nandino” (1985), el Premio Nacional de Poesía “Clemente López Trujillo” (1986) y Premio Iberoamericano de Poesía “Carlos Pellicer” (1991), señaló que la poesía cumple una función social, toca las conciencias de quien la lee. La historia de la literatura es la historia de los viajes y los inmigrantes somos parte de eso. Necesitamos encontrar nuestro mundo afuera, recuerda que el primer exiliado es Dios, porque se desatendió de la creación. Todos de alguna manera estamos fuera, por lo que debemos construir un lugar en el mundo, para habitarlo y poder moverse por doquier.

Alguna vez el reconocido escritor argentino Juan Gelman dijo de Pedro Salvador Ale, su amigo, que “todo lector acostumbrado a subrayar versos que habitan de verdad, que están llenos de hallazgos expresivos y de fulgor humano, que tocan el corazón y allí se quedan, subrayará, como yo, buena parte de esos versos. Lo hará con el azul de las pinturitas que tuvimos de chicos y con la sangre que sufrimos y vertimos de grandes. Quien entra en ellos sale transformado”.