*El patán
No es por cargarle la mano, pero Luis Miranda siempre ha sido patán. Que ahora haya insultado a una diputada de Morena, no sorprende, así fue educado. Luis, el amigo al que más quiere Enrique Peña, tiene un largo historial de comportamiento bravucón, insolente, pendenciero y arrogante en el servicio público. En tiempos de Montiel, terminó una reunión de gabinete a golpes con Isidro Pastor. Años después, ya con Peña como gobernador, se cacheteó con Humberto Benítez Treviño, que entonces era su jefe en la Secretaría General de Gobierno. Luis es más parecido a un bouncer o un cadenero que a un hombre de Estado.
*El perfil de Olvera
No cabe deuda que el rector de la Universidad del Estado de México está de vena. Un día es colocado como la pieza que puede amalgamar una alianza electoral ganadora entre PAN y PRD para la gubernatura, y otro como el abogado con el mejor perfil para ocupar la nueva Fiscalía General del Estado de México. Sea una u otra, parece que Jorge Olvera está en el tablero de las jugadas importantes para el próximo año.
*La chapuza de Virtud Ciudadana
En política como en la vida, nada es lo que parece. El registro de Virtud Ciudadana como partido político estatal es una chapuza. Ni es partido, ni es estatal. Agrupación canalla, apadrinada por un par de viejos socios de negocios que ahora fingen estar distanciados, aunque ambos despachan como secretarios en el gabinete. Lo inventaron como palanca mercenaria para negociar sus personales cuotas de poder, sólo para eso.
Francisco Javier López Corral, el hombre que desde la Secretaría Ejecutiva controla al IEEM, mucho sabe sobre la historia de cómo se dio el registro a Virtud Ciudadana. A él personalmente se le acercó un personaje que fue en el pasado su jefe para pedirle el favor. Después, desde otra área del gobierno, le guiñaron el ojo como aprobación.
Virtud Ciudadana es poco menos que una rústica copia del Partido Verde, pero peor. Para conservar registro y prerrogativas tendrá que lograr en la siguientes elecciones más o menos 200 mil votos que ni de chiste logrará por si mismos, por eso tendrá que vender su amor barato al PRI.
*Montiel en la actividad política
Arturo Montiel no se ha retirado como muchos creerían o desearían, por el contrario, el ex gobernador sigue haciendo política. Apenas hace un par de semanas estuvo conviviendo ameno con el presidente de la República en Ixtapan de la Sal en la celebración por la confirmación católica de la hija del empresario Roberto San Román. Montiel guarda bajo perfil, pero sigue siendo un hombre con poder e influencia.
*Gerardo Castillo y la corrupción
El enriquecimiento del jefe de la policía auxiliar, Gerardo Castillo, es más que obsceno, enfermo. La evolución de su patrimonio no corresponde a la del responsable del Cuerpo de Guardias de Seguridad del Estado de México, (CUSAEM), sino a las de un magnate. En pocos menos de 4 años en el cargo ha logrado comprar departamento en Acapulco, en Valle de Bravo, en Metepec y en Ixtapan de la Sal. Todas las alertas sobre un enorme caso de corrupción están encendidas. Esperemos a ver como reacciona el gobierno.