Luis Echeverría y Carlos Hank, una historia de claroscuros

Luis Echeverría y Carlos Hank, una historia de claroscuros
Aunque ambos representaban al Partido Revolucionario Institucional (PRI), su relación estuvo llena de odio y misterio

El expresidente Luis Echeverría murió a los 100 años en total impunidad. El político priista fue acusado de genocidio y desaparición forzada por presuntamente estar relacionado con la matanza del 2 de octubre y la represión estudiantil conocida como El Halconazo. Pero ¿qué implicaciones tuvo el expresidente en la vida política del Estado de México?

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Carlos Hank y Luis Echeverría, una relación de odio

Luis Echeverría fue presidente de México de 1970 a 1976, casi el mismo periodo en el que Carlos Hank González fue gobernador del Edomex —1969-1975. Aunque ambos representaban al Partido Revolucionario Institucional (PRI), su relación estuvo llena de odio y misterio.

En ese entonces, Carlos Hank había consolidado una alianza con funcionarios que conoció a lo largo de su carrera como profesor y político.  Aunque venía de una familia clasemediera, pudo estudiar docencia y acumular amistades que lo llevaron a ser el líder del Grupo Atlacomulco, importante bastión priista.

En el libro, Amistades, compromisos y lealtades, el autor señala que Luis Echeverría tenía un odio profundo por Hank González. La posible causa de sus diferencias eran las preferencias políticas. Por ello, “Echeverría hizo cuanto pudo por dañar al gobierno de Hank, autorizando a su secretario de Gobernación, Mario Moya Palencia, a aprovechar cualquier mínima oportunidad”.

La relación entre el gobierno federal y el gobierno estatal fue atropellada, pero los problemas se agudizaron en 1971, en el festival de Avándaro. En ese momento, el secretario de Gobernación del sexenio de Luis Echeverría envío al senado un documento sobre la desaparición de poderes; es decir, el expresidente buscaba que Carlos Hank dejará de ejercer el poder como titular del Ejecutivo en Edomex.

Sin embargo, gracias a las relaciones políticas que el entonces gobernador del Edomex había consolidado su gobierno sobrevivió.

“Un odio tan profundo como éste bien pudo haberse alimentado con la activa militancia de Hank a favor de Martínez Manatou, el más cercano competidor de Echeverría”, escribe Rogelio Hernández Rodríguez, autor de Amistades, compromisos y lealtades.

El misterio como línea de interacción

La relación “misteriosa” entre ambos priistas fue evidenciada por  Proceso en un reportaje publicado en el 2004. A través de una conversación cifrada que mantuvieron los políticos, se constan secretos, corrupción y las influencias políticas de Carlos Hank en el gobierno federal. En ese entonces, Echeverría era secretario de Gobernación y Hank recién comenzaba su gestión como gobernador del Edomex.

En 1969, Echeverría escribió un oficio a Hank González que decía lo siguiente: «Me permito comunicar a usted que la nueva clave para descifrar los mensajes telegráficos de carácter confidencial que le sean enviados por esta Secretaría, en lo sucesivo será la siguiente: Atlacomulco.-A-06-50-64-95″.

La revista Proceso señala la conexión entre la “clave” y el nombre del uno de los grupos políticos más importantes en la historia del priismo. Junto con el mensaje Echeverría envío “un disco metálico que servía de base para formular los mensajes de usted o para descifrar los que sean enviados por esta dependencia, colocando la letra y los números correspondientes de la clave, en sentido vertical, del exterior al centro”.

La importancia de los mensajes encriptados entre ambos políticos radica en los presuntos actos de corrupción que Hank cometió cuando fue subgerente en la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo). Además, se acusaba a Hank de tener una relación dudosa con Pemex, pues tenía el control de traslado de gasolina; esto gracias a su compañía Transportes Unidos S. A.

“Hank contaba con 70 pipas, con un valor aproximado en esos años de medio millón de pesos cada una. Además, en esos días había adquirido en compra-venta la concesión de Volkswagen en Chihuahua y la de Kenworth, que se instaló en la Avenida Cuauhtémoc 50, en Toluca, con el nombre de Motors Truck”.

La empresa de transportes se había consolidado cuando Carlos Hank renunció a sus actividades magisteriales y comenzó a forjarse un camino como empresario.

La muerte

Luis Echeverría intentó desestabilizar el gobierno de uno de los líderes priistas más importantes del Edomex, pero no lo consiguió.

Tampoco fue posible que recibiera castigo por los delitos de desaparición forzada y genocidio. Con su muerte, ocurrida este sábado, la impunidad ganó. Las organizaciones sociales como H.I.J.O.S México y Comité 68, integradas por familiares de personas desaparecidas en el país, expresaron “la justicia lo dejó en casa y a salvo 100 años”.