México es victimario de migrantes centroamericanas

El abuso en los migrantes no sólo se da a conocer de los mexicanos que cruzan la frontera con EU, también existen los que vienen de Honduras, El Salvador y Guatemala, quienes sufren los embates de los abusos por parte de autoridades mexicanas e incluso, grupos delincuenciales haciendo cómplices a la policía federal para cometer […]

El abuso en los migrantes no sólo se da a conocer de los mexicanos que cruzan la frontera con EU, también existen los que vienen de Honduras, El Salvador y Guatemala, quienes sufren los embates de los abusos por parte de autoridades mexicanas e incluso, grupos delincuenciales haciendo cómplices a la policía federal para cometer sus fechorías sobre todo con las mujeres, tal es el caso de Laura (nombre ficticio), de Honduras, intentaba cruzar México por cuarta vez. “Esta vez, vine con mi vecina y nos secuestró un grupo de delincuentes.

La migrante hondureña declara que la Policía Federal era su cómplice”, asegura en una entrevista con MSF. “Fuimos entregadas a miembros de la banda. Me violaron, me pusieron un cuchillo en el cuello y no me resistí. Me avergüenza decirlo, pero creo que habría sido mejor que me hubieran matado”.

Laura en su cuarto intento por llegar hasta EU no desiste a pesar de los constantes abusos sufridos durante el camino migratorio.

Según las estadísticas, cada año entran en México cerca de 500 mil personas procedentes en su mayoría de Honduras, El Salvador y Guatemala para escapar de la pobreza y la violencia, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

Los datos revelan que la violencia hacia las mujeres es lo que impulsa a huir a las migrantes que atraviesan la ruta centroamericana con la intención de llegar a México o Estados Unidos, pero también lo que marca el mismo camino.

La mitad de las personas entrevistadas había abandonado su país por razones relacionadas con la violencia y un tercio de quienes entraron en México habían sufrido “actos de violencia física”.

En su huida acarrean los efectos de una fuerte violencia en su país y, a pocos kilómetros de la frontera con Guatemala, empiezan a ser testigos de nuevo con otro tipo de violencias.