Francisco Cruz, periodista mexiquense y experto en crimen organizado, nos explica la crisis social que se vive en México y las huellas de narcotráfico que han marcado al Estado de México.
Enrique Peña Nieto, Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón dejaron un país roto. La sociedad está rota. No solamente por la gran violencia que se vive todos los días en México, esa que es tan entretenida para llevar a Netflix o al cine. Eso es muy atractivo, pero hay que verlo en la vida real. La sociedad se rompió y se llenó de violencia más allá del crimen organizado, nos ha tocado a todos.
Una sociedad rota
Tan solo en el Valle de México, los asaltantes se suben, te asaltan. Pero esa no es la cuestión, si te pueden matar, te matan –si te pones al brinco–. Pero si nosotros como afectados directos vamos en una combi, en un camión, en un transporte público, y lo podemos agarrar, ¿qué hacemos?, lo linchamos. La sociedad está rota.
A veces los periodistas ven ese mundo atractivo del narcotráfico para escribir; analizan el mercado, pero no se ve lo de abajo, la otra violencia, lo que rompe el tejido social. Vas a Temascalcingo y a medio camino te bajan y te quitan lo poquito que lleves; vas a Tenango y lo mismo. Vas a Ixtapan de la Sal, esa violencia no es lo mismo; pero puede ser incluso peor que la otra.
Tienes que combatir a las bandas, los cárteles y –al mismo tiempo– reconstruir el tejido social. El problema debe atenderse de raíz; es más complejo que únicamente eliminar a la policía federal. No es tan sencillo. Las estructuras del narcotráfico son apoyadas por mucha gente del pueblo, porque reciben dádivas del narco.
Los cárteles usan a la gente como informantes, como halcones. Olvidan que los cárteles reclutan a quienes son desechables, los que realmente importan son los capos; pero es su trabajo, su fuente de ingresos, de lo que se puede vivir. El Estado de México tiene no solo una estructura de Cárteles del narcotráfico, sino de mafias. No solo controlan el narco y parte de la estructura del sistema financiero.
El Estado de México está al otro lado del paraíso bancario mexicano, la Ciudad de México; es un gran paso de drogas, con municipios dominados por el narco.
Las estructuras están vivas; la guardia nacional tendrá que llevar al menos otro sexenio para combatir esas estructuras que no son nuevas, están bien trabajadas. El narcotráfico es una empresa de la que vive mucha gente que –incluso– no lo sabe–.
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Entrevista por Yamel Esquivel e Ysabela García.