¿Movimiento Ciudadano es un partido político?

¿Movimiento Ciudadano es un partido político?
¿Qué significa que un partido político renuncie y que, además, desincentive la participación diciendo que el resultado ya está resuelto?

El fin de los partidos políticos es “promover la participación del pueblo en la vida democrática”. Así lo establecen tanto la Ley General de Partidos Políticos (de aplicación nacional) como el Código Electoral del Estado de México (de aplicación local). Si uno de ellos renuncia a ese fin de manera deliberada, vale la pena preguntarse si es un partido político o no.

Hace unos días el partido Movimiento Ciudadano anunció que no participará en la elección para gobernador en el Estado de México. Tampoco presentará candidato a la gubernatura de Coahuila. Esto significa la renuncia a varios de los fines de su existencia. En términos jurídicos los partidos son los institutos legitimados como vía para acceder a los cargos de gobierno y de representación. En términos políticos son organizaciones de ciudadanos que hacen posible el acceso de estos al ejercicio del poder público, de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan. Pero, en términos sociales, han terminado por ser un apéndice poco grato, una especie de “mal necesario” que cuesta mucho y que tiene muy mala reputación.

¿Qué significa que un partido político renuncie?

En este marco, ¿qué significa que un partido político renuncie a participar en una elección y que, además, desincentive la participación ciudadana diciendo que el resultado de los comicios ya está resuelto, vía un acuerdo entre políticos al más alto nivel? Yo pienso que significa una declaración tácita de que no tiene en su génesis ni en su esencia la vocación democrática. 

Todos sabemos que en México han existido y seguirá habiendo agrupaciones que consiguen su registro como partido político sin que tengan posibilidades reales de ganar una elección importante, como la gubernatura o la presidencia de la República. Su existencia, sin embargo, se justifica bajo la óptica de que todas las voces y todas las posturas socialmente representativas deben tener espacio en la vida democrática. Bajo este argumento, hemos tenido decenas de partidos que desaparecen tan pronto como emergieron. No sin haber ejercido durante su corta existencia una partida presupuestal que se les asigna precisamente para que actúen representando una postura política.

La representación de una postura política encuentra su punto máximo de expresión con el registro de una candidatura y la realización de una campaña en busca del voto. Es precisamente ahí cuando se expresa de manera más explícita la visión que tienen de la vida pública, cuando comparten sus ideas y propuestas. Cuando ofrecen al electorado una alternativa con la cual -quizá- podría identificarse y entregarle su voto. Si consiguen ello en al menos el 3% de la votación (dice la ley), se ganan su derecho a seguir existiendo -y uno pensaría que a seguir sumando adeptos a su causa.

En contra de esto, lo que anunció Movimiento Ciudadano es que no va a participar; así lo dijo su coordinador estatal, Juan Zepeda, quien argumentó esto: “una vez que empecemos a crecer en el Estado de México nos vamos a ver sometidos al ataque de uno y de otro (refiriéndose a los dos proyectos que identificó como los ‘políticos del pasado’)”. Eso significaría que no están persiguiendo que la gente conozca su propuesta y decida entregarles su voto (eso sería “crecer”). Entonces, ¿qué fin tienen como partido político?

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“El proceso electoral es una farsa”: Movimiento Ciudadano

Por si lo anterior fuera poco, el mismo partido agregó que “el proceso electoral es una farsa: el PRI y Morena ya pactaron”. Eso se traduce como una descalificación de todo el entramado social e institucional que existe para renovar al poder ejecutivo estatal. Según esta lógica, no es la gente, no son los partidos, no son las campañas ni el Instituto Electoral o los tribunales los que hacen su trabajo para darnos un nuevo gobernante, sino que todo se reduce a un acuerdo cupular. Esta no es, tampoco, una expresión correspondiente con la vida democrática, en la que la competencia electoral es esencial.

¿Es, entonces, Movimiento Ciudadano un partido político o no? ¿Es su existencia importante en la vida democrática de la sociedad? ¿Son una alternativa política? ¿Comulgan con los principios de representación, discusión y deliberación democráticas? ¿Buscaron registrarse como partido para luego no competir? Eso equivale a inscribir un equipo deportivo en cualquier liga y, cuando está por iniciar el torneo, anunciar que no van a competir, porque cuando empiecen a sumar victorias todos los van a querer derrotar y eso trastocaría su imagen como equipo? ¿Es esto serio? Yo diría que no. 

¿Un partido político o una franquicia?

Mucho se ha hablado acerca de que deben regresar el presupuesto, pero tienen forma de litigar que el financiamiento para sus actividades permanentes no se debe tocar y que, al no registrar candidato, pues no van a recibir ese 50% más que les tocaba en año electoral. Como quiera, lo que se cuestiona es si son en esencia un partido político o una especie de franquicia que busca lucrar más que tomar parte en la vida democrática de la sociedad.