Toluca, Estado de México. 5 de abril de 2019.-Pese a los escándalos de corrupción que se registraron en su gobierno, es poco probable que el ex presidente Enrique Peña Nieto pueda ser llamado a rendir cuentas por las autoridades competentes, ya que toda la responsabilidad caerá sobre sus subordinados.
José Juan Sánchez González, investigador nivel II del Sistema Nacional de Investigadores, SIN, quien coordina un proyecto de la UNAM sobre la administración pública del ex mandatario señaló que el sello que lo caracterizó, al final, fue la corrupción.
De acuerdo a Transparencia Internacional, -refirió el especialista- el último año de gobierno de Peña Nieto fue uno de los más corruptos en el mundo, lo que ubicó a México en el lugar número 138 de una lista de 155 países de menor a mayor nivel de corrupción.
“Con relación al gobierno anterior debemos decir que había muchos privilegios, que había gastos excesivos, que se usaba el presupuesto en forma discrecional, y que el gobierno de Enrique Peña utilizó todos los medios que tenía a su alcance de forma inadecuada”.
Tras los últimos casos que salieron a la luz pública de dispendio de recursos públicos durante el sexenio anterior, como el gastar más de 270 mil pesos en bebidas alcohólicas durante los viajes en el avión presidencial, o que se beneficiara a 25 empresas con el 19 por ciento de las contrataciones públicas, Sánchez González no descartó que se den a conocer otros casos de corrupción de la administración pasada.
Al informar que los resultados de la investigación se publicarán aproximadamente en dos meses, el Doctor en Administración Pública por la UNAM y catedrático de la UAEM dijo que a pesar de que en su gobierno, Peña Nieto impulsó once reformas estructurales que fueron de gran impacto para el país, todo se vino abajo con el escándalo de la “Casa Blanca”, la llamada estafa maestra y la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Sin embargo, consideró que serán otros funcionarios, como el caso de Rosario Robles, ex secretaria de Sedatu y de Sedesol, los que tendrán que responder por los casos de corrupción, ya que como gobernantes tanto Enrique Peña Nieto como el ex gobernador mexiquense Eruviel Ávila, supieron a quien encargar las cosas para deslindarse de responsabilidades.