El diagnóstico de una plaga de muérdago que aqueja a más de 10 mil hectáreas de bosque en el Nevado de Toluca es “dudoso y carente de sustento” afirmó Fermín Carreño Meléndez, coordinador del Centro de Investigación y Desarrollo Sustentable de la Universidad Autónoma del Estado de México.
“En recorridos que hicimos con ejidatarios y comuneros de las diversas caras del Nevado se mostró que no hay tales enfermedades. Por lo tanto la plaga que ellos argumentan es dudosa”
De acuerdo con el investigador, hasta el momento las autoridades correspondientes no han presentado un documento que avale la plaga masiva que representaría talar más de un millón de árboles en la zona.
“No es nuevo que a lo largo de los años, los permisos forestales que se han otorgado en todo el conjunto del nevado, supuestamente para limpiarlo de plagas, nunca han sido demostradas”
A menos de un mes de cumplirse dos años de la recategorización del Nevado de Toluca, el exgobernador del Estado de México y actual coordinador del Programa para la Recuperación y Manejo Sustentable del Nevado de Toluca, Ignacio Pichardo Pagaza aseguró en fechas recientes que más de 10 mil hectáreas de bosque están infectadas por una plaga de muérdago y podrían ser taladas para evitar la expansión de dicha enfermedad forestal. El área natural protegida del Nevado de Toluca comprende una extensión total de 51 mil hectáreas.
El especialista de la UAEMex advirtió que la deforestación tiene como consecuencia el deslave de los suelos y que en el Nevado se tienen bastantes grietas producto del escurrimiento del agua porque ya no hay nada que la detenga, por lo que de llevarse a cabo la tala se acentuarían los problemas de abastecimiento de agua en el valle de Toluca.
“El Nevado está perdiendo toda su capacidad para absorber y filtrar agua. Esto va en perjuicio directo con la recarga del acuífero que abastece al Valle de Toluca, que por cierto, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) está agotado desde hace muchos años.”
Finalmente, Carreño Meléndez manifestó su preocupación respecto al uso que se le podría dar a la madera talada ya que representa “un gran negocio”, por lo que no descartó una posible complicidad de las autoridades con intereses externos para promover la tala masiva de estos árboles para posteriormente comercializar la madera.