Ante la creciente degradación ambiental de la Cuenca de la Presa Madín ubicada en los límites de Naucalpan y Atizapán, Estado de México, organizaciones, expertos y vecinos consideraron “urgente” el rescate de la misma, así como emprender un plan de restauración.
Las descargas directas y los tiraderos ilegales o con fugas de lixiviados se han convertido en una amenaza seria para el agua y ecosistema de la Presa, por lo que pidieron a las autoridades y a los tres órdenes de gobierno atender la problemática. Aunque, también es necesaria la participación de la ciudadanía, de instituciones educativas y organizaciones, aseguró la doctora Marcela Galar, durante la charla Plan de restauración de la cuenca de la Presa Madín.
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El plan de restauración propuesto a la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) consiste en diversas actividades y acciones generales que se deben emprender de manera urgente. Por ejemplo, el manejo de descargas. Galar detalló la importancia de realizar auditorías a los organismos operadores de agua por descargas residuales.
El Plan también considera el manejo adecuado de residuos sólidos municipales con la reubicación y eliminación de los tiraderos de basura clandestinos; así como la habilitación de rellenos sanitarios y plantas de reciclaje.
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Durante la charla, Galar, integrante de la organización Amigos de la Comisión de Cuenca Madín, incluyó la necesidad de desarrollar y poner en operación plantas de tratamiento; modernizar la planta potabilizadora; retirar lirio de la zona y crear humedales: reforestar la zona de la Cuenca; rescatar el río de Tlalnepantla; y recuperar y proteger bosques, barrancas y áreas naturales protegidas.
Entre 2019 y 2021, la Presa Madín ha registrado emergencias ambientales como la invasión de lirio, ocasionado por la contaminación y las descargas directas; y la muerte masiva de tonelada y media de peces, ocasionada por la contaminación que provocó una fuga de lixiviados proveniente de un basurero en Naucalpan.
Un poco de contexto
Un basurero con residuos de Naucalpan provocó la intoxicación y muerte de cientos de peces la Presa Madín, informaron autoridades federales. Con esto queda descartada la versión de la falta de oxigenación a causa de los bajos niveles de agua como causante de la mortandad de la fauna en este cuerpo de agua.
Desde entonces se originó una fuga de lixiviados —que son contaminantes tóxicos de fluidos o residuos sólidos de los basureros— y que corrió por el río San Juan hasta caer en la Presa Madín. Ahí cientos de peces murieron. Tras la intervención de voluntarios, activistas y autoridades, se retiraron cientos de peces sin vida.
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Pobladores y activistas del Valle de México reportaron la muerte inusual de fauna y un olor fétido en el agua de la Presa Madín, líquido que se distribuye para el uso humano en los municipios de Atizapán, Tlalnepantla, Naucalpan y próximamente la Ciudad de México.
Sin embargo no fue la única irregularidad ya que se han denunciado las descargas de agua contaminada que son arrojadas de forma directa desde los complejos comerciales e inmobiliarios que se han construido alrededor de la presa.
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