Toluca, México; 19 de agosto de 2018. Miles de argentinos se reunieron la tarde del sábado en una protesta pacífica, civil y administrativa, para concertar una renuncia masiva a la Iglesia Católica luego de que el Senado fallara a favor de la penalización del aborto el 8 de agosto, legislación que condenará con hasta cuatro años de cárcel a las más de 350 mil mujeres que abortan en el país.
La iniciativa civil que convocó a desligarse institucionalmente de la Iglesia Católica Apostólica y Romana se originó el mismo día en que se debatía en la Cámara la despenalización del aborto, momento en el que hasta 2 mil 500 argentinos rompieron lazos con la Iglesia. Este sábado se reportó que un número aún mayor de personas comenzaron el trámite, todas ellas presentes en los distintos puntos de Buenos Aires ataviados con pañuelos naranjas y negros con la leyenda “Iglesia, Estado, asuntos separados”. De acuerdo con el comité que organizó la protesta, el propósito de este proyecto es aunarse “como gesto político y público de repudio al rechazo del Proyecto de Interrupción Voluntaria al Embarazo en el Senado y a las políticas derivadas de la Doctrina Social de la Iglesia contrarias a la dignidad humana y a los tratados internaciones en materia de Derechos Humanos que hoy tienen jerarquía constitucional”.
Foto: Clarín.
Alrededor de las 14:00 la entrega de apostasías comenzó con más de 200 personas que emitieron sus documentos. Algunas de las declaraciones más contundentes de los manifestantes informaron que “la iglesia no representa nada, todos sus ideales son retrógrados, van contra la libertad y yo quiero libertad para mí y para toda la sociedad”, por un lado, y “la Iglesia no está haciendo nada de lo que pregona, como ayudar a los pobres… ver a los obispos con esos crucifijos de oro o al Vaticano es tremendo y ni hablar de los curas pedófilos que son juzgados por esa justicia divina que tienen, que no es justicia.
Mientras miles de argentinos concertaban un medio para deslindarse de los paradigmas provida que abandera la facción conservadora sostenida en una filosofía que mina la soberanía del país, la Iglesia Católica declaró que no existe trámite que permita anular la condición de católico dada en el bautismo, como si la fe se tratara de un asunto burocrático. Sin embargo la doctrina establece que el bautismo “establece una alianza irrevocable” y que el ritual “imprime en el cristiano un sello espiritual indeleble”. No obstante, la convicción política de los asistentes a la apostasía colectiva sostienen que “es un acto político, es decirle a la Iglesia que no queremos que se metan en nuestras decisiones, en nuestros cuerpos, y decirle al Estado de que Iglesia no habla en nuestro nombre, que legislen por fuera de las creencias y las presiones”. Mientras tanto, las apostasías de toda Argentina serán concretadas el viernes en la Conferencia Episcopal Argentina (CEA).
Foto: Clarín.