Sueldos inestables y poco competitivos, así como la falta de seguridad social, son algunas de las adversidades a las que se enfrentan los repartidores de las apps como Didi, Uber y Rappi.
Edgar Polo, originario de Valle de Chalco, Estado de México (Edomex), comenzó a trabajar como repartidor de DiDi, Uber y Rappi, debido a que se perdió su empleo en una empresa de seguridad privada.
«Decidí trabajar como repartidor para aplicaciones, principalmente porque me quedé sin trabajo y yo estaba esperando a una niña. Ya, gracias a Dios, ya nació. Tenía que hacer algo para sacar dinero, porque se vienen gastos importantes», afirmó en entrevista con AD Noticias.
En el marco del Día del Trabajo, el reporte “Este futuro no applica”, de Oxfam México, indica que a nivel nacional hay 350 mil ciudadanos que trabajan como repartidores de apps.
De acuerdo con el documento, el 37% de las personas repartidoras decidieron trabajar para las apps por motivos de desempleo, como la principal razón.
La mayor desventaja que tienen estas aplicaciones es que «no tienes absolutamente nada seguro, así como tú puedes llegar a tu casa con 2 mil pesos en un día, hay días que, por ejemplo hoy, solo llevo 28 pesos en este día y no tengo la certeza de que mínimo complete 100 el día de hoy», afirmó Edgar a AD Noticias.
El reporte también indica que la situación económica de los repartidores por app: «es de alta vulnerabilidad y posibilidad de caer en pobreza».
«Tú tienes que hacer un gasto para poder trabajar, ya sea que te compres tu moto, tu mochila, si estás en bici o no tienes bici, comprarte una bicicleta», afirmó.
Explicó que las empresas no se hacen responsables del equipo que puedan perder o robarle al «socio» repartidor, por lo que gastos como reparaciones de moto, auto, o la pérdida del celular corren a cargo del repartidor.
«Hay que invertir en un buen teléfono o un teléfono que te ayuda a sacar las apps, tus recargas para que entres a la aplicación. Haces un gasto con toda la fe de que pueda sacar el doble del triple de lo que ya invertiste», explicó a AD Noticias.
Los ingresos no alcanzan: Carlos, de Chihuahua
A sus 46 años, Carlos Hernández, originario de Delicias, Chihuahua, afirmó en entrevista con AD Noticias que actualmente trabaja como repartidor para ganar ingresos extras.
Sin embargo, explicó que, a pesar de que le gusta trabajar con las apps, los ingresos que gana a la semana no son suficientes para todos los gastos personales que tiene.
“Con los 3 mil pesos que gano a la semana no alcanza, yo tengo gastos mucho más grandes, tengo hijos y pago casa y todo, ahorita no acompleto”, afirmó a esta casa editorial.
Dijo que ingresó a trabajar a Rappi, Didi y un tiempo en Uber; sin embargo, ninguna de las apps le ha otorgado seguro social. “Se debería de exigir que las aplicaciones den seguro social, porque puede pasar un accidente o una caída, pero ya son gastos tuyos”.
«Tú sabes cómo es el trabajo en México, es escaso, es mal pagado, explotado y es una buena alternativa, es un ingreso extra. Empecé el año pasado con medio tiempo, por consejo de mi hermana, posteriormente terminé mi trabajo formal y empecé al 100% con mi trabajo como repartidor, pero yo pensé si con medio tiempo sacaba un buen sueldo, con el tiempo completo, pero la verdad no fue así», aseveró.
Cuotas castigadas
Carlos dijo en entrevista que, en los últimos meses, las cuotas de las apps han sido muy castigadas. “Han pagado muy mal, yo reparto en carro, no reparto en moto”.
“Las tarifas han bajado mucho, no dan bonos. Hay pedidos que los llevas a dos o tres kilómetros o más de distancia y te pagan 18 pesos o 20 pesos y se me hace muy castigado”, aseveró.
Afirmó que hace falta empatía de parte de los clientes hacia los repartidores, ya que las aplicaciones cobran un servicio de entrega, pero “es muy diferente de lo que le paga al repartidor”, porque se le otorga un pago mínimo.
“Lamentablemente, en esta ciudad donde yo reparto, la gente no acostumbra a dar propinas, es raro que den propinas, así sean 5 pesos, eso les ayuda un ‘chorro’ a los repartidores, porque se compensa un poquito el gasto del pedido y el tiempo que se hace una entrega”, afirmó.