Salazar: una historia de despojos y abusos

Toluca, México; 12 de mayo de 2018. Salazar es un pequeño poblado anclado entre la comunidad de San Mateo Atarasquillo y el Parque Nacional La Marquesa. En el poblado predomina una zona boscosa con enormes y frondosos árboles, es atravesado por la antigua vía del ferrocarril, cuenta con una enorme laguna y está ubicada a […]

Toluca, México; 12 de mayo de 2018. Salazar es un pequeño poblado anclado entre la comunidad de San Mateo Atarasquillo y el Parque Nacional La Marquesa. En el poblado predomina una zona boscosa con enormes y frondosos árboles, es atravesado por la antigua vía del ferrocarril, cuenta con una enorme laguna y está ubicada a unos metros de la carretera México-Toluca.

Su envidiable geografía ha hecho que, en los últimos años políticos, empresarios, artistas y hasta narcotraficantes vuelvan su mirada a ese poblado. Uno de los primeros en instalarse en esa zona fue Edgar Valdez Villareal, quien se placeó y vivió en la región.

Pero "La Barbie" no fue el único que ha hecho de esa hermosa zona su santuario. El caso más emblemático es el del senador con licencia del Partido Verde Ecologista de México, Pablo Escudero, yerno del ex presidente del PRI nacional Manlio Fabio Beltrones, y cuya propiedad "Reserva Salazar" fue evidenciada en los medios nacionales.

"Sus paredes de piedra, la madera que hay en cada estancia, los lustrosos candelabros que iluminan las copas de vino y hasta la arena que cubre el piso de las caballerizas que cuentan con calefacción individual. Por fuera, el rancho también parece un castillo: tiene altos muros que protegen la vista hacia la pista privada de salto a caballo, trechos y cañadas bardeadas y una gran puerta de cuatro metros de alto custodiada por guardias que vigilan celosamente la entrada y salida de los visitantes", así describe una investigación del colectivo Ojos de Perro la propiedad que -documentan- pudiera tener hasta 4.5 hectáreas de extensión y no una como establece el Registro Público de la Propiedad.  

Un recorrido de Alfa Diario por el poblado de Salazar deja al descubierto que la zona boscosa se ha empezado a llenar de cemento y tabique. En la zona alta de la comunidad son cada vez más frecuentes las casas de descanso, las opulentas fincas con alberca, los ranchos con espacios para caballos, las cabañas con amplios y podados jardines, un hotel y hasta una prepa de la Ibero que apenas sobresale entre los frondosos árboles que la rodean. 

Pobladores de esa comunidad han documentado que entre los empresarios que han adquirido terrenos en esa zona se encuentran el dueño de Telmex, Carlos Slim; el consejero de Grupo Grisi, Carlos Alberto Grisi Mariscal; el Director de Grupo Comercial Chedraui, Federico Carlos Fernández Senderos, y Ricardo Nizri Guasp, accionista de Grupo Conrado.

A decir de los mismos comuneros, entre los políticos que tienen propiedades en esa zona destaca Manuel Bartlett Álvarez, hijo del coordinador del bloque PT- Morena en el Senado, Manuel Bartlett Díaz; además de artistas como Yolanda Andrade y Monserrat Olivier. Pero también pudieran tener propiedades la familia Fernández y el dueño del América Emilio Azcárraga Jean, aunque en estos casos -han declarado los comuneros- no cuentan con un documento para comprobarlo.

Pero los comuneros de Salazar mantienen dos frentes de disputa; uno con la comunidad de San Mateo Atarasquillo, quien desde 1947 les reclama la propiedad de 217 hectáreas de bosque y parcelas agrícolas; y otra disputa con el abogado Mario Alberto de León Venegas, representante legal de al menos 18 particulares que en 2015 compraron terrenos a personas de la comunidad de La Cima de San Mateo Atarasquillo.

 

Historia de un conflicto

A decir de los comuneros de Salazar ellos han encontrado referencias de la existencia del poblado y de sus posibles derechos desde 1550, durante el Virreinato. Indican también la existencia de un mapa de la región que data de 1791 donde se les reconoce las tierras como parte de su comunidad.

Sin embargo, un decreto presidencial de 1947 excluyó a la comunidad de Salazar de 100 hectáreas de tierras que fueron reconocidas como parte de Santa María Atarasquillo.

"En 1943 aparece Salazar como un barrio de Santa María Atarasquillo y en 1947, cuando se da la resolución presidencia, a Salazar lo dejan fuera de ese reparto de tierras, en total indefensión porque no nos reconocen lo que teníamos en posesión", señala un vecino de esa comunidad.  

Pero los más viejos del pueblo sostienen que las parcelas han pertenecido por generaciones a las familias de esa comunidad. Así lo sostiene don Rogaciano Vilchis Ordoñez, un octogenario habitante de Salazar que señala que ellos han sido dueños de las tierras. "Desde mi bisabuela, luego mi abuela, mi padre, actualmente yo, mi abuela murió de 117 años", señaló y tajante advierte que se las quieren robar.  

Pero los comuneros de Salazar también están optimistas porque la resolución del Tribunal Unitario Agrario les fue favorable. "El 17 de agosto de 2017 sale la sentencia del Tribunal Unitario Agrario en el cual dice que Salazar se reconoce históricamente y que no se va a devolver las tierras de cultivo a San Mateo Atarasquillo", sostiene un comunero de la Salazar.     

La sentencia del juicio agrario 446/2005 dictó que no procede la restauración de tierras que reclaman en San Mateo Atarasquillo, por lo que el 17 de octubre de 2017 el Tribunal Unitario Agrario decretó el asunto como “Cosa Juzgada” y ya no hay ningún proceso judicial pendiente.

 

Ocho personas encarceladas

El otro frente de disputa lo mantienen con el abogado Mario Alberto de León Venegas, disputa que ha dejado un saldo de ocho comuneros encarcelados desde el 31 de agosto de 2017, acusados de los delitos de robo con violencia, privación ilegal de la libertad y lesiones.

En el poblado de Salazar aún hay huellas de los abusos y saqueos cometidos por los más de mil gendarmes que participaron en el operativo de detención de los ocho comuneros. Ahí aún hay vestigios de los vidrios y las chapas rotas por los policías; mientras que las familias de los detenidos aún no logran sobreponerse del abuso policiaco.

"Es doloroso para nosotros estar viviendo estos momentos, mis nietos están traumados porque a uno de ellos lo tenían hincado con mi otro nieto apuntándole con la pistola, a mi nieto más chiquito gritando que no se llevaran a su mamá", dice entre sollozos la mamá de una de las tres mujeres detenidas.

Los ocho comuneros continúan enfrentando su proceso penal, siete de ellos en la cárcel. El 6 de abril pasado el Juzgado Cuarto de Distrito en Materias de Amparos y Juicios Federales del Estado de México ordenó reponer la audiencia en la que se dictó prisión preventiva en contra de los comuneros por violarse el derecho humano a la seguridad jurídica de los imputados, al debido proceso y a la legalidad, con lo que se podría abrir la puerta a su liberación.

Pero mientras la zona "bonita" de Salazar se sigue poblando de políticos, empresarios y artistas, el pueblo se sigue caracterizando por caminos de tierra, algunas casas con techos de lámina y pobreza; mientras que la deforestación se deja sentir prácticamente en toda la región.