Por estas fechas, pero del próximo año, los magistrados del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México deberán elegir entre uno de ellos a su nuevo presidente para los próximos cinco años. De acuerdo al artículo 40 de su propia ley orgánica, la elección tiene que ser por mayoría de votos y podrá ser de forma abierta o cerrada, he ahí la oportunidad para empezar la transformación de ese poder que ha quedado rezagado frente al Legislativo y el Ejecutivo.
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Aunque faltan todavía 11 largos meses para el día de la elección, el proceso prácticamente está en marcha con el inicio del cabildeo entre pares, pues de los actuales magistrados saldrá quien releve al presidente Sergio Medina. Hay una corriente que, desde la visión de género, impulsa la idea de que ha llegado el tiempo para que la administración de justicia sea encabezada por una mujer.
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México ¿cómo vamos?, el colectivo de académicos y expertos en economía y política ha colocado malas notas al desempeño económico 2018 del Estado de México. En la evaluación de objetivos alertó que la meta de crecimiento fue muy menor a lo pretendido, apenas llegó a tres puntos, cuando la meta era de 4.5; en generación de empleos no llegó ni a la mitad de lo necesario, sólo reportó 78 mil 277, de 166 mil 600; la meta de productividad tampoco se logró, por el contrario, se retrocedió descendiendo de 100 pesos por hora a 98; la informalidad también aumentó de 54.8 a 55.6 la cantidad de trabajadores informales. Los datos son contundentes, más allá de los juicios subjetivos o intrigas políticas, el ingeniero Alberto Curi, buena persona por cierto, no ha entregado buenas cuentas.
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Se ha vuelto recurrente, sistemático, que en las actividades públicas del gobernador, un grupo de personas bien organizadas aprovechen la oportunidad para hostilizarlo, no pocas veces llegando a la agresión verbal. La turba encendida la grita de todo aprovechando el anonimato del tumulto, la respuesta de Alfredo del Mazo ha sido la prudente tolerancia. ¿A dónde quieren llegar? No puede explicarse como una manifestación de social, parece más bien un acto de provocación. En el reciente encuentro con el presidente, el propio Andrés Manuel ha tenido que llamar a la serenidad, al respeto. Ese tipo de manifestaciones no abonan en nada, sólo polarizan los ánimos.
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La escena cuenta todo por sí misma. En la mesa de honor Eruviel Ávila, Juan Armando Hinojosa y José Manzur. Fue en Valle durante una fiesta privada, en la Hacienda Santa Cruz de Valle de Bravo, a la que asistió también el secretario General de Gobierno, Alejandro Ozuna.