Sentencian a 88 años de cárcel a homicidas de Calcetitas Rojas

Toluca, Estado de México; 5 de septiembre de 2019.- Apenas tenía cuatro años cuando fue brutalmente asesinada en  marzo de 2017 por quien debió procurar su bienestar: su madre y la pareja de ésta. Atrapados en la Nochebuena de ese año, Yadira Medina Pichardo y Pablo Rodríguez Escamilla, responsables de este crimen purgarán una condena de 88 años de cárcel. A “Calcetitas Rojas”, como se le conoció después de encontrar su cuerpo, se le hace justicia. Por no avisar que quería ir al baño y mojar la cama,  la menor, que siempre sufrió maltrato, fue golpeada hasta la muerte. Vestía una sudadera verde, una playera
septiembre 5, 2019

Toluca, Estado de México; 5 de septiembre de 2019.- Apenas tenía cuatro años cuando fue brutalmente asesinada en  marzo de 2017 por quien debió procurar su bienestar: su madre y la pareja de ésta. Atrapados en la Nochebuena de ese año, Yadira Medina Pichardo y Pablo Rodríguez Escamilla, responsables de este crimen purgarán una condena de 88 años de cárcel. A “Calcetitas Rojas”, como se le conoció después de encontrar su cuerpo, se le hace justicia.

Por no avisar que quería ir al baño y mojar la cama,  la menor, que siempre sufrió maltrato, fue golpeada hasta la muerte. Vestía una sudadera verde, una playera lila con la imagen de una hada de Disney –que no usó su varita mágica para ayudarla- y unas calcetas rojas, de allí que fue conocida con el sobrenombre de "Calcetitas Rojas".

Su cuerpo frágil, de escasos 95 centímetros de estatura, fue abandonado el 18 de marzo de 2017 en un terreno sobre la Avenida Borde de Xochiaca, a la altura de la calle Virgen del Camino, en la Colonia El Sol, en el municipio de Nezahualcóyotl. Alrededor de las 10:35 horas unas personas lo encontraron recargado sobre una cobija.

A partir de ese momento, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México comenzó las investigaciones. Durante 9 meses nadie identificó a la pequeña y tampoco había indicios de los responsables. Fue hasta enero del año pasado cuando por fin hubo  quien confirmara la identidad de Lupita, como le decían, porque ni siquiera contaba con Acta de Nacimiento. Por ello, las autoridades determinaron que sería registrada como Guadalupe Medina Pichardo.

Gracias a que el equipo de la activista Frida Guerrera elaboró un retrato hablado de la menor, el cual fue ampliamente difundido, y que ella personalmente realizó una intensa labor de investigación fue como se pudo encontrar a sus familiares, lo que a la vez resultó determinante para avanzar en las indagatorias, identificar a los responsables, aprehenderlos e ingresarlos al Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Nezahualcóyotl.

"Aquel 18 de marzo de 2017 documenté cómo encontré esa imagen que desgarró mi ser, como madre y persona, -escribió entonces la activista mexiquense- y quienes me han seguido desde aquel 26 de abril de 2017, mis transmisiones diarias de #FeminicidioEmergenciaNacional donde solicitaba ante la falta de un rostro datos que me llevaran a encontrar quién era esta pequeña. Día tras día, requiriendo el apoyo de algunos miles de personas que nos han visto durante ocho meses, en octubre 27 por fin logramos sacar ese primer rostro después de una ardua tarea. Alguien se unió a la petición y llegó primero una imagen dolorosa que mostraba el rostro severamente lastimado de mi niña".

Tras contar con los elementos de prueba correspondientes, un Juez del Distrito Judicial de Nezahualcóyotl dictó la condena de 88 años  para la madre y padrastro  de “Calcetitas Rojas” por su feminicidio; además les fijó multas de 449 mil 115 pesos, aunado a que tendrán que pagar 165 mil 323 pesos como reparación del daño material y 75 mil 490 pesos como reparación del daño moral.

Pese a la brutalidad del crimen, el abogado de los sentenciados, Jesús Mogolla,​ dijo a Noticieros Televisa que las investigaciones se basaron en confesiones sacadas a través de la tortura, por lo que no solo buscarían apelar la condena, sino incluso recurrirían al amparo.

La FGJEM realizó además los trámites correspondientes para sepultar a Lupita en un panteón del municipio de Naucalpan. Ahora su delgado y muy lastimado cuerpo ¿descansa en paz?.

Sin embargo, cuando no se conocía su identidad  su lápida tenía solo el nombre de "Angelita" por todo lo que la pequeña niña sufrió -algunos medios señalan que también fue víctima de violación por parte de su padrastro-.

Pero Lupita también conoció, -aunque fugazmente- el amor de una familia que intentó adoptarla pero que legalmente no pudo quedarse con ella. Así lo relató a Frida Guerrera el hombre a quien ella llamó en esa ocasión "papá".

De acuerdo a esa versión la madre de la niña la dejó "encargada" con una mujer que la torturaba quemando cigarrillos en su piel… Lupita salió de allí y fue a dar al domicilio de este señor y su familia a quienes dijo que tenía hambre y frío. Allí supo lo que era el calor de un hogar, tuvo una abuela y hasta primos.

Sobre el caso de Lupita, Frida Guerrera escribió  que la menor nació el 16 de enero de 2013 en Nezahualcóyotl, Estado de México. Era la cuarta hija de una madre drogadicta y delincuente, que el 2 de diciembre de 2013 fue a dar a la cárcel por el delito de robo. Durante los 2 años que estuvo recluida, Lupita  estuvo bajo el cuidado de su abuela y de otras personas hasta que Yadira Medina o “Monse” como le decían, salió de prisión en abril de 2016.

“Nuevamente Lupita deambulaba en la calle y entre basureros a lado de su mamá.  En diciembre de 2016, Lupita llegó a casa de Doña Rufina (nombre ficticio para proteger su identidad) en Lago Cuitzeo, muy cerca de la vecindad donde vivía con Karla, quien, dicho por la niña, la quemaba con cigarrillos”, relata Frida Guerrera.

Alberto, nieto de  esa señora, le dio dinero para que se comprara algo. Lupita regreso a esa casa y ya no quiso irse. Allí se quedó 15 días ya que nadie iba a buscarla, hasta que a mediados de febrero de 2017 fueron por ella su madre y su padrastro. Desde entonces no volvieron a verla. 

Sin embargo, se supo que el 17 de marzo, apenas un día antes de que fuera asesinada, la madre de su padrastro presentó una denuncia ante el DIF de Nezahualcóyotl porque su hijo y su nuera habían golpeado muy fuerte a la menor.

El joven que quiso a Lupita como un padre le escribió una carta tras enterarse de la tragedia y que ella, "su" Lupita, era la misma niña conocida como "Calcetitas Rojas". En el texto se reclama el no haber podido hacer más por ella y pedía que el crimen no quedara impune.

Lupita tenía hermanos: dos de ellos son cuidados por una familia que sí los quiere y los protege; y otra niña que está a cargo de una tía.

Sobre el encuentro que tuvo con la  hermanita de Lupita, Frida compartió en su página: "El seis de enero de 2018 conocí a su hermana, una nena que sólo le llevaba un año a Lupita, cuando la tuve frente a mí, me desarmé (…)  ella me abrazó, solté un par de lágrimas, no podía soltarme a llorar frente a ella. Con su vocecita me dijo “Monse (Yadira Medina) mató a Lupita, yo no quiero sentir feo aquí dentro, (tocándose el corazón), sólo quiero que Lupita, perdone a Monse, ella ahora está en el cielo, pero le he pedido a los Reyes su muñeco Casimerito”.

 

 

 

 

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