Temascalapa, 51 años como cementerio radioactivo

Temascalapa, 51 años como cementerio radioactivo
Este sitio opera en un pequeño municipio del noreste del Edomex con menos de 40 mil habitantes

La historia de un pequeño municipio del Edomex que se convirtió en un basurero radioactivo está llena de omisiones y negligencias. Mientras las autoridades niegan las afectaciones, los habitantes están preocupados por el número alarmante de casos de cáncer y otros problemas a la salud que hay en las cercanías del depósito.

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Un Centro de Almacenamiento de Desechos Radiactivos (CADER) funciona desde hace 51 años en Temascalapa, un pequeño municipio del noreste del Estado de México de menos de 40 mil habitantes que colinda con Hidalgo. 

El basurero radioactivo de más de 16 hectáreas es operado por el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ) y está ubicado en el kilómetro 18 + 500 de la carretera Tizayuca-Otumba en la comunidad de San Juan Bautista Tecalco. 

Desde su llegada generó el reclamo de las poblaciones aledañas, que en ese entonces se encontraban alejadas del lugar; sin embargo, hoy la urbanización ha alcanzado el predio y las personas viven a menos de 2 kilómetros de distancia.

“A nosotros nos dicen que son nada más desechos, que es cobalto, que no hay peligro; pero la realidad es otra, sabemos la gran problemática que esto trae (…). En los pueblos cercanos hay muchos casos de personas enfermas, de niños que nacen con discapacidades».

Los responsables del centro nuclear hablan a lo que les convienen, si aquí se hicieran los estudios adecuados por gente externa otro resultado sería”, señala Marily Martínez Romo de la comunidad de San Luis de Cuautitlán, durante una conferencia virtual realizada la noche de este jueves.

Cáncer, una enfermedad latente en la comunidad 

También, en la conferencia participó el Frente Popular 9 de junio de Coyotepec Estado de México y el Frente de Pueblos en defensa del agua y la tierra de Temascalapa, quien explicó los detalles de su lucha por la clausura de este centro.  

La organización denunció la falta de atención al problema por parte de las autoridades, pues pese al nuevo gobierno federal su demanda no ha avanzado

“(…) mi papá falleció de cáncer, dos de mis hermanos han tenido cáncer, la vecinita de enfrente de 3 años tiene insuficiencia renal, la vecinita de la calle de al lado tiene leucemia. Entonces, la lógica dice que algo no está bien en nuestro entorno”, cuestiona Nayeli, una de las vecinas que se sumó a las denuncias. 

“Hemos visto morir a niños de cáncer, que vivían cerca del centro de almacenamiento de desechos radiactivos, no podemos asegurar que este es el problema pero la lógica dice que algo anda mal”, expresa Juan Antonio Medina Austria, una de las personas más visibles del Frente de Pueblos en los últimos años y quien mantiene una incesante lucha cotidiana por frenar la actividad del depósito.

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Un problema ignorado, pero con solución

La preocupación de los vecinos de Temascalapa ––acerca de que el basurero radiactivo está afectando gravemente su salud–– podría ser solucionada si se cumpliera con la realización de un estudio independiente por parte de alguna institución.

Hasta el momento los resultados e informes dados por las autoridades generan desconfianza y  los vecinos señalan que desde 1999 la Cámara de Diputados respaldó la recomendación de un estudio alterno. 

Además, Juan Antonio recuerda que debe cumplirse con lo señalado por la CFE desde hace 29 años, en donde se consideraba que el centro de desechos radioactivos debía ser temporal.

“No estamos en contra de la investigación y la aplicación de la energía nuclear, todos sabemos del avance que ha habido (…). Aquí lo que nosotros decimos es que se tiene que cumplir lo que ya se prometió desde hace muchos años, que este sitio iba a trabajar de manera temporal, porque los estudios que hizo CFE en 1992 señalan que se debe buscar otro sitio, y dice claramente, la urbanización pronto avanzará. El sitio fue creado para que funcionara de manera temporal y el año pasado cumplió medio siglo”.

Catástrofe radioactiva 

La preocupación no se limita a los habitantes de Temascalapa, pues el Centro de almacenamiento está sobre el acuífero más grande de la cuenca del valle de México, el cual proporciona agua para beber a 34 municipios del Edomex y 13 del estado de Hidalgo.

Hasta ahora se sabe que el sitio cuenta con desechos radiactivos como el samario, cobalto-60, americio, radio y carbono 14; todos son altamente perjudiciales para la salud. 

La construcción del basurero está relacionada con una de las catástrofes radiactivas más graves en México. El Frente de Pueblos señala que se depositaron 98 toneladas de varillas contaminadas con cobalto- 60, que fueron elaboradas por la empresa Aceros Chihuahua. 

Estas se infectaron  luego de que una máquina de radioterapia en desuso fue vendida como fierro viejo por un empleado de un hospital en Ciudad Juárez.

La negligencia en el uso de materiales radiactivos es una constante. Los pobladores consideran que el actual  director de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias área Nuclear, Dr. Juan Eibenschutz Hartman, mintió al decir que en el basurero no existe ningún riesgo para trasladar desechos radiactivos. 

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Habitantes de la comunidad enlistaron una larga lista de material radiactivo que año con año ha sido robado en el país, “porque los vehículos en que transportan el material radioactivo no vienen geolocalizados, no traen rotulo, la violación a la ley es clara”, mencionó Juan Antonio Medina.

Las exigencias continúan

Ahora, los vecinos de Temascalapa están preparando una nueva solicitud para pedir el cumplimiento de acuerdos por parte de autoridades federales. 

Expresaron que la Unidad de Electricidad de la Secretaría de Energía en enero de 2019 se comprometió a llevar el tema a otras instancias del gobierno federal involucradas; además, a entregar los estudios realizados por el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares en los últimos tres años.

La situación empieza a cansar a los habitantes, quienes argumentan que es necesario movilizarse:  ”tomar acciones más concretas y ya exigir, ya se hicieron oficios, solicitudes, pero ya hacen falta acciones más directas. Algo hay que hacer para evitar que sigan trayendo materiales, dicen que no son peligrosos porque no viven aquí, porque no platican con los vecinos de las comunidades”,  expresó uno de los vecinos.