Teporingo causa polémica

El caso de la extinción del teporingo, publicado ayer por varios medios estatales e, incluso, nacionales, es un ejemplo de la velocidad con la que debe publicarse; Criterio, de Uniradio, presenta una investigación en la que Esther Quintero, sub coordinadora de especies prioritarias de la Conabio, señala que esta especie esta en peligro de extinción […]

El caso de la extinción del teporingo, publicado ayer por varios medios estatales e, incluso, nacionales, es un ejemplo de la velocidad con la que debe publicarse; Criterio, de Uniradio, presenta una investigación en la que Esther Quintero, sub coordinadora de especies prioritarias de la Conabio, señala que esta especie esta en peligro de extinción desde el 94.

El reportaje integra la opinión de investigadores y se sustenta en las voces de autoridades como la de Octavio Monroy-Vilchis, coordinador del Centro de Investigación en Ciencias Biológicas Aplicadas de la Universidad Autónoma del Estado de México, quien ha observado a esta especie y no ha encontrado evidencia del teporingo, por lo que afirma, tras esta investigación, no existe registro de esta especie. 

 

 

En compañía de Giovanni González de Sales, académico del CICBA, y habitantes de la comunidad, reporteros de Criterio Uniradio fueron al Volcán a corroborar la situación, donde documentan que grandes extensiones de tierra son bancos de material para construcción.

Los reporteros observan una disminución de la densidad forestal y los habitantes señalan la presencia de fumigantes, así como de invasión poblacional; en la parte alta, un comunero de Calimaya, denuncia deforestación y también presencia de pastoreo. La evidencia de existencia del conejo teporingo no aparece, pero sí datos y registro de cazadores. Esta investigación, apoyada en los bibliografía que ya advertía del peligro de la disminución de las especies, además, la poca cobertura forestal disminuye la cantidad de agua.

 

 

Ante esta información, la cuenta oficial de la CONANP_mx, vía twitter, desmintió que el teporingo esté extinto y dijo que se requieren al menos 50 años para declararlo así, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales emitió un video en el que señala que  La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas es una instancia oficial que señala que El nevado de Toluca se ha considerado como una posible zona de distribución en la que no se registran evidencias confiables a la fecha, el doctor Octavio Monroy-Vilchis respondió a pregunta expresa de Alfa Diario que “está localmente extinto o extirpado sólo en el Nevado de Toluca… pero tiene más sitios donde se distribuye en otros lugares del país".

Así, la confusión en este caso se genera por las declaraciones de instancias oficiales quienes, dicen tener los elementos para desmentir la declaración; contraponer las opiniones de investigadores y de instancias oficiales siempre será una tarea difícil, para ello será necesario recabar las evidencias que permitan emitir una postura al respecto, tarea que la atenta contra la inmediatez que requiere la noticia, pero que ofrece datos concretos para que la opinión pública tenga la posibilidad de discernir a propósito del caso: objetivo sustancial de los medios informativos.

La información que vemos en las redes nos llega de golpe, la asimilamos y la compartimos, muchas veces sin hacer reflexión plena de su contenido; la inmediatez con la que se vive y la nula profundización de ciertos temas ha generado confusiones tan inocuas como graves, es el caso de la reciente publicación de la extinción del teporingo o la existencia de las fosas clandestinas en Temascaltepec, pero también el caso gravísimo de los linchamientos que bien pueden tener como detonador la psicosis colectiva generada por información acerca de robo de infantes.

En general, los ciudadanos tienen la responsabilidad cívica de corroborar la información que comparten, pero eso no sucede por que es, precisamente, sólo una responsabilidad cívica a la que se renuncia con facilidad.

Caso distinto el de los medios informativos, cuya responsabilidad de comprobar si la información es verdadera es absolutamente mayor; sin embargo, lo que sucede es que una parte de la labor informativa se circunscribe al monitoreo de las noticias en otros medios;  en este trabajo existe una incontrolable carrera entre la realidad y el registro de ésta; una carrera por cierto imposible de ganar dada la cantidad de sucesos que ocurren y que pueden ser considerados “noticia” en todos los lugares del mundo.