Toma de la Visitaduría de la Codhem en Ecatepec, un acto de claroscuros

La toma de la Visitaduría de Ecatepec es una prolongación de lo que ocurre en México y que, además, se ha expandido hacia estados como Michoacán, Veracruz y Aguascalientes, donde también se ha clausurado simbólicamente las sedes de la CNDH

Texto: Donají Aguilar

El incendio y la destrucción de la Visitaduría en Ecatepec abrieron una brecha entre lo que los colectivos del Estado de México están dispuestos a hacer en contra de las autoridades si no se atienden sus peticiones.


La visita del presidente Andrés Manuel López Obrador al Estado de México para la supervisión del Tren Interurbano, el 11 de septiembre, realzó la situación con los disturbios en la Visitaduría de la Comisión de Derechos Humanos mexiquense (Codhem) en Ecatepec; además conecta este hecho con la toma de las oficinas de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en la Ciudad de México.

Por la poca claridad con la que ocurrieron las detenciones de manifestantes, así como por las denuncias sobre las agresiones a periodistas y fotógrafas que cubrieron la toma de la Visitaduría, el foco de atención está sobre la entidad mexiquense, sin embargo, todavía hay puntos oscuros de lo que ocurrió y por qué ocurrió.

Cronología de los hechos

Después de tres años de pedir justicia, el 2 de septiembre Marcela Alemán y Silvia Castillo, madres de una niña víctima de violación sexual y de un joven asesinado, respectivamente, fueron a una reunión con la titular de la CNDH Rosario Piedra Ibarra, quien les dijo que su carpeta estaba mal hecha, que debían volver a empezar: así comenzó la protesta.

El 3 y 4 de septiembre llegaron más mujeres al recinto, pidiendo justicia por casos diversos de violencia. Eran familiares de desaparecidas y desaparecidos, víctimas de violencia de género. Los días subsecuentes colectivos feministas arribaron al lugar en solidaridad con las familias.

Como muestra de solidaridad ante la toma de la CNDH, el jueves 10 de septiembre, alrededor de las 16:00 horas, un grupo de mujeres ingresaron a las instalaciones de la a Visitaduría General de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), con sede en Ecatepec, con el fin de realizar una toma pacífica del lugar en protesta por la violencia ejercida contra las mujeres en el Estado de México. Exigían la pronta resolución de expedientes de casos olvidados por años y aún impunes, así como la destitución de la fiscal especial en Delitos de Género, Sandra Pacheco, y de la titular del Instituto de la Mujer de Ecatepec, Griselda Barrientos, quienes no atienden las quejas que se han presentado relacionadas con agresiones hacia el sector femenino en la entidad.

El colectivo feminista Manada Periferia en todo momento difundió en redes sociales los hechos violentos de los que fueron víctimas varias de sus compañeras. En su página de Facebook se pueden ver diversos videos en los que se exponen los numerosos actos de violencia a las que fueron sometidas, incluyendo golpes e insultos por parte de las autoridades que las “levantaron”.

Alrededor de las 23:30 horas del jueves elementos de la policía (hombres) ingresaron al inmueble y con uso de violencia detuvieron a varias mujeres, 11 mayores de edad y 6 menores de edad, y las trasladaron al Centro de Justicia de Atizapán de Zaragoza en camionetas negras sin identificación.

Compañeras de las detenidas arribaron al Centro de Justicia de Atizapán para exigir la liberación de estas, pero se enfrentaron a agresiones de policías que custodiaban el lugar. Los actos quedaron constatados a través de videos y fotografías publicados en Twitter.

A las 10:30 de la mañana del 11 de septiembre los colectivos reportaron que sus compañeras ya habían sido liberadas.

Los puntos ciegos

Casi treinta y seis horas después de los altercados todavía hay muchos hilos sueltos.

Primero, cerca de las dos de la mañana de ese 11 de septiembre la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) aseguró que, a petición de la Codhem, llevaba a cabo «diversas diligencias con estricto apego a derecho». Añadió que «este ingreso se dio ante delito flagrante y luego de agotar diversas negociaciones».

Jorge Olvera García publicó un video la mañana del 11 de septiembre aclarando la situación de las manifestantes y su “apoyo total hacia ellas”, además dejó en claro que la renuncia de la fiscal en Delitos de Género y la titular del Instituto de la Mujer de Ecatepec son situaciones que no le corresponden a la Comisión.

El gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza, reprobó totalmente los actos de la FGJEM y exigió la inmediata liberación de las detenidas, poniendo a su disposición a Melissa Vargas, titular del Consejo Estatal de la Mujer y Bienestar Social del Edomex, y Rodrigo Espeleta, secretario de Justicia y Derechos Humanos.

Con estas dos declaraciones, ni la Codhem ni el Gobierno del Estado de México respaldan las acciones de la FGJEM y esta última no ha vuelto a emitir ningún comunicado al respecto de los altercados de Ecatepec.

Entonces, cabe preguntarse si fueron policías de investigación los que procedieron a las agresiones y, si esto provino de la fuerza pública, ¿qué autoridad procedió por las sombras? 

La conexión con la toma de la CNDH en CDMX

El pasado 2 de septiembre, colectivos feministas y víctimas de violencia de género tomaron las oficinas de la CNDH en la Ciudad de México, las denuncias son prácticamente las mismas hechas en Ecatepec: la poca atención a las denuncias de agresiones sexuales hacia menores de edad, violencia de género y feminicidios.

El colectivo que estuvo al frente de la causa de Ecatepec fue Manada Periferia, una red que une los esfuerzos de mujeres y de diversas colectivas feministas en el Estado de México para exigir un alto a la violencia de género.

El frente Ni Una Menos lidera la toma de la CNDH en México. Ni Una Menos sigue la consigna “vivas nos queremos” y exige a nivel local y nacional el alto a los feminicidios, la atención a las víctimas de violaciones y, en sí, el alto a la violencia machista.

La toma de la Visitaduría de Ecatepec es, entonces, una prolongación de la causa de lo que ocurre en México y que, además, se ha expandido hacia estados como Michoacán, Veracruz y Aguascalientes, donde también se ha clausurado simbólicamente las sedes de la CNDH.

¿Provocación?

Las pintas, un símbolo de las tomas feministas, se hicieron presentes en la Visitaduría de Ecatepec: “Los niños no se tocan», «Ni una más», «Te vemos, Estamos aquí #Periferia», «Ecatepec Feminicida», «La periferia existe porque resiste».

En las oficinas de la CNDH en CDMX, los cuadros de Francisco I. Madero, Benito Juárez y Miguel Hidalgo también fueron lienzo para las protestas.

El incendio y la destrucción de la visitaduría por parte integrantes del denominado Bloque Negro clausuraron el altercado con las manifestantes y abrieron una brecha entre lo que los colectivos del Estado de México están dispuestos a hacer en contra de las autoridades si no se atienden sus peticiones.