Casa de Campo en República Dominicana es sinónimo del paraíso, Sergio Heredia publica en La Vanguardia el texto “La Casa de Campo: un lujoso refugio con vistas al Caribe”, un documento que se refiere al proceso turístico, político y económico que permitió a este país caribeño convertirse en “un destino turístico de enorme potencial”, que será el refugio temporal del rey emérito español Juan Carlos, quien salió de España por estar involucrado en un escándalo de corrupción.
El texto refiere que tras finalizar la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, durante el gobierno de Joaquín Balaguer, las inversiones extranjeras provocaron una “nueva era en el país”.
En La Romana, “Diente de perro”, un campo de golf proyectado por el cubano Álvaro Carta, catapultó, en los años setenta, la industria turística “la villa, artificial, de espíritu mediterráneo, sostenida 40 metros sobre el Chavón, se convirtió en templo de la élite musical. Frank Sinatra inauguró el anfiteatro, en cuyo escenario han actuado Elton John, Gloria Estefan, Michel Camilo o Andrea Bocelli”, señala el texto.
La construcción del aeropuerto contribuyó y la Casa de Campo “lideró su reforma integral”, a finales de los años ochenta, “bajo el paraguas de los hermanos Fanjul, propietarios ya del lugar”.
El texto menciona a Sammy Davis jr. y Julio Iglesias como visitantes y compradores de bungalows en Casa de Campo “casas de hasta 10 millones de euros […] junto a los hoyos del Teeth of the dog , hoy clasificado como el 27.º mejor campo de golf del mundo”.
EL REFUGIO DEL REY JUAN CARLOS
En este paradisíaco complejo, será el refugio provisional del monarca, quien en días pasados anunció su salida de España por estar involucrado en un caso de corrupción.
De acuerdo con información de La Vanguardia, el exmonarca de 82 años viajó en coche a Portugal el lunes por la mañana y desde allí voló a República Dominicana, donde planea quedarse unas semanas con una familia que hizo su fortuna con las plantaciones de azúcar, antes de buscar un nuevo destino.
El rey Juan Carlos, se encuentra involucrado en un supuesto soborno de 100 millones de dólares por un contrato del tren de alta velocidad en Arabia Saudí.