La Fundación Universidad Autónoma del Estado de México (Fundación UAEMex) rompió el silencio tras casi una semana de la polémica cancelación del evento «Clase de cardio motivacional», que sería impartido por Bárbara de Regil en las instalaciones del Estadio Universitario «Alberto Chivo Córdoba».
Por medio de un comunicado de prensa, la Fundación justificó el evento por la disminución de recursos económicos provocada por la pandemia de covid-19.
Los recursos económicos captados por la Fundación se han visto en reciente tiempo disminuidos por la emergencia sanitaria mundial, así como por las reformas fiscales aplicables a partir del año 2021, que limitan severamente las actividades generadoras de ingresos para las asociaciones civiles sin fines de lucro como la nuestra, aseguró la Fundación.
La cancelación, según externaron, se relacionó directamente con el sentir de la comunidad universitaria.
La Fundación UAEMéx, es una asociación civil, con personalidad jurídica y patrimonio propio, ajena a cualquier ideología política y religiosa. Constituida desde el 20 de octubre de 2003, e integrada por exalumnos y mexiquenses, quienes creemos firmemente que; la educación es el más eficaz igualador social.
Su objeto es favorecer la realización de los fines de la Universidad Autónoma del Estado de México, mediante la procuración de fondos, el financiamiento, la promoción, el desarrollo de programas, proyectos y eventos específicos que beneficien a la comunidad universitaria, particularmente a su juventud estudiosa, mediante el otorgamiento de apoyos económicos. Expone el comunicado de prensa.
Tras el anuncio de la clase, la comunidad universitaria organizada criticó la presencia de Bárbara de Regil. La calificaron como una mujer que promueve el racismo y conductas discriminatorias hacia los demás.
La respuesta de la comunidad contra la Fundación UAEMex por la clase de Bárbara
Miembros de la comunidad estudiantil reprobaron que la Fundación diera explicaciones y no ofreciera una disculpa.
El evento se organizó sin autorización de la Rectoría universitaria. Ante esta situación, se ordenó su cancelación y se determinó suplirlo por verdaderos talentos universitarios.