“Cargadores para el celular, audífonos, manos libres, adaptadores, clavijas, auxiliares, pilas de emergencia, cables USB” es el grito que se escucha todos los días en un aparador de Modatelas en la avenida Independencia del centro de Toluca, en donde Armando López se gana la vida a través de la informalidad laboral.
Él debe afrontar las condiciones económicas que implica la informalidad laboral en Toluca y la falta de seguridad social. A esto se suma su estado de salud, pues Armando padece atrofia muscular, malestar provocado por una enfermedad viral que padeció en su infancia. Se trata de una de las 128 mil 681 personas que, de acuerdo con el último censo del INEGI, viven en Toluca con alguna discapacidad.
“Yo decidí iniciar desde muy pequeño. Mi papá también era comerciante, mi abuelo también y por mi discapacidad tuve que seguir en esto, que es lo más fácil para mí porque a través de mi discapacidad no hay otra opción. Aquí tengo entre 18 y 20 años, pero trabajé lo mismo en la Ciudad de México”.
Informalidad laboral en Toluca
En su situación, don Armando también es parte de las 249 mil 407 personas que viven de la informalidad laboral en Toluca, es decir, empleos no están regulados por marcos legales como el comercio ambulante. Y aunque por su situación tiene tolerancia del ayuntamiento para poner sus productos, por años ha tenido que afrontar decomisos, abusos de autoridad y reubicaciones que han empeorado sus ingresos.
Todos los días sale a las 9 de la mañana y aunque vive en Toluca, tarda casi dos horas en llegar al centro, en donde permanece de 5 a 6 horas. Por esta labor, en sus mejores días obtiene entre 300 y 400 pesos de ganancia. Sin embargo, en otras ocasiones puede irse a casa con menos de 100 pesos, con los que contribuye para mantener a sus tres hijas y a su esposa.
“Mi esposa lo tiene que estirar lo más que pueda, para el gasto, para la escuela, para los camiones y para todo”.
Entre la pobreza y la pobreza extrema
El Coneval señala que las personas en pobreza extrema disponen de un ingreso tan bajo que aun si lo dedican por completo a comprar alimentos, no podrían adquirir los nutrientes necesarios para estar sanos o que tienen tres o más carencias sociales, en tre las que se encuentran:
- Educación
- Servicios de salud
- Seguridad social
- Calidad y espacios de la vivienda
- Servicios básicos de la vivienda
- Alimentación
De estas, don Armando enfrenta por lo menos cuatro. En su comunidad de Toluca, la Constitución Totoltepec, no cuentan con vialidades pavimentadas ni drenaje; además no tiene acceso a servicios de salud.
“Nos vamos al centro de salud que es lo más económico o lo más barato que es la [farmacia] similares. Todo implica gastos, en el centro de salud te atienden, pero muchas veces no te dan las medicinas y todo eso hace que uno gaste”, expresa.
Tampoco tuvo acceso a la educación, pues la situación económica no le permitió continuar con sus estudios cuando terminó la secundaria. Además, debido a que el servicio médico no está garantizado, la reciente pandemia llevó a su familia al extremo de la precariedad.
“En ese tiempo teníamos un pequeño ahorrito y lo fuimos agarrando hasta que desapareció. En la primera oleada fueron como 6, 8 meses que no nos dejaron trabajar y en la segunda otros 5 meses. Ahora no veo la situación mejor”.
A estas dificultades se suma el incremento de la inflación en México, generada por fenómenos como la guerra en Ucrania, lo que impacta en millones de hogares como el de Don Armando.
“Muchas veces se compra menos, otras veces se va uno por las marcas, lo que sea más económico. Pero en la comida uno no puede comprar lo más barato porque sale de mala calidad. Los incrementos los he visto en todo, todo lo de la canasta básica, la inflación está hasta arriba”.
Pese a la situación, Armando López mantienen a sus hijas, quienes cursan el kínder, la preparatoria y la universidad.
“En mi situación todo es difícil, pero trato de ir saliendo poco a poco. Es difícil encontrar otro tipo de trabajo, en donde gane un poco más o que sea un salario estable. Aquí, como puedes vender bien, como no puedes vender, ¿qué se les puede decir a las autoridades? En mi caso que me tomen en cuenta y me sigan dando tolerancia”, concluyó.