Información y texto: Jesús Mejía y Gabriela Landetta
En septiembre, la capital del Estado de México ocupó el cuarto lugar a nivel nacional en materia de percepción de inseguridad en la Encuesta Nacional de Seguridad (ENSU). Se trata de una de las ciudades en donde una mayor cantidad de personas señalaron padecer los problemas de la inseguridad. En el reporte también aparecen los municipios mexiquenses de Ecatepec y Naucalpan así como Fresnillo (Zacatecas), Coatzacoalcos (Veracruz) y Villahermosa (Tabasco).
Esto a pesar que el presupuesto destinado a abatir la delincuencia, según declaró el propio alcalde Juan Rodolfo Sánchez Gómez, es de 2 mil millones de pesos para todo el trienio. En ese contexto, las autoridades locales han invertido en total 477 millones 640 mil 731 pesos por la renta de 500 patrullas nuevas, a razón de 17 millones de pesos cada una por un lapso de 28 meses, de acuerdo a información de Transparencia.
El gobierno municipal destinó más de 250 millones de pesos en la incorporación de 3 mil 300 cadetes a principios de año, aunque para mayo ya se habían registrado deserciones y despidos de un total de 800 elementos. Para los 3 mil 300 que iniciaron las capacitaciones en la Academia de Policía, se invirtieron más de 20 millones de pesos en uniformes. Además, cada uno recibiría una beca de 12 mil pesos mensuales por un lapso de 6 meses, por lo que el monto global ascendía a 237 millones 600 mil pesos.
Para conocer la percepción de inseguridad que se vive en algunas zonas de Toluca, AD Noticias realizó un sondeo en las delegaciones San Cristóbal Huichochitlán, San Mateo Otzacatipan, San Mateo Oxtotitlán y El Seminario primera sección. La mayoría de los testimonios señalan que los actos delictivos no han disminuido, a pesar de que el gobierno local puso en operación 50 nuevas patrullas. Ahora temen que los asaltos se incrementen en las próximas semanas con la entrega de los aguinaldos.
A finales de octubre Dulce Sánchez, vecina de la delegación de San Mateo Oxtotitlán, fue víctima de un robo en las instalaciones de su local donde actualmente vende jugos y tortas por las mañanas.
“Cuando llegamos el candado ya lo habían votado, desgraciadamente las autoridades ya no hacen nada, delincuencia hay en el día y en la noche, y no hay quién los detenga. Ya no levantamos denuncia porque es ir a perder todo el día y a fin de cuentas nunca encuentran a los responsables del robo del que fuimos víctimas.”
Al norte del municipio de Toluca se ubica San Cristóbal Huichochitlán, una de las delegaciones más peligrosas para los transeúntes por los constantes robos con violencia que ocurren sobre todo en las noches. Allí, la seguridad y los rondines por parte de la policía municipal son poco visibles para la ciudadanía.
Miguel Torres, quien vive muy cerca del centro de esta delegación, denuncia que estas zonas siempre han sido olvidadas por las autoridades. Denunció que solo refuerzan la seguridad cuando comienzan las épocas electorales, pero al llegar a la presidencia municipal se olvidan de las promesas de campaña para estas comunidades indígenas.
“Tanto delincuentes como policías están coludidos; sobre todos hay asaltos en negocios. A los vecinos que van caminando les roban sus pertenencias. Los políticos sólo se llenan la boca de hacer promesas que nunca cumplen, así ha sido y seguirá siendo”.
En el sondeo que llevó a cabo AD Noticias pocas personas se pronunciaron a favor del plan de seguridad implementado por las autoridades municipales.
“Yo sí me siento seguro. Los rondines de los policías por donde yo vivo sí son constantes. Creo que el gobierno sí está haciendo un buen trabajo, falta mejorarlo pero por lo que he visto considero que van bien”, fue la opinión del ciudadano Pedro Martínez.
Sin embargo, ejemplo de la inseguridad que se registra en Toluca es que el pasado fin de semana, en menos de 72 horas, tres mujeres fueron asesinadas en el municipio, sin que hasta el momento se haya logrado detener a los responsables de los feminicidios de Karina, Karla y una mujer que aún no ha sido identificada, cuyo cuerpo fue encontrado en un lote baldío envuelto en una cobija.
