Manipulación e injerencia

Venezuela enfrenta la manipulación mediática y la injerencia de potencias extranjeras que respaldan abiertamente cualquier escenario encaminado a derrocar la Revolución Bolivariana. Una vez más, la derecha del país sudamericano utiliza, desde mediados de febrero, a grupos de estudiantes como punta de lanza para generar violencia y desestabilización. Varios muertos, heridos y cuantiosos daños materiales […]

Venezuela enfrenta la manipulación mediática y la injerencia de potencias extranjeras que respaldan abiertamente cualquier escenario encaminado a derrocar la Revolución Bolivariana.

Una vez más, la derecha del país sudamericano utiliza, desde mediados de febrero, a grupos de estudiantes como punta de lanza para generar violencia y desestabilización.

Varios muertos, heridos y cuantiosos daños materiales ha sido el saldo del accionar de esos sectores, que cuentan con el apoyo y el estímulo de los monopolios mediáticos y de gobiernos como los de Estados Unidos y algunos de la Unión Europea, de acuerdo con denuncias desde Caracas.

A propósito de esta situación, Prensa Latina conversó con el representante permanente venezolano ante Naciones Unidas, Samuel Moncada.

La situación de Venezuela despierta preocupación a nivel internacional, sobre todo porque hay una distorsión de lo que ocurre, con los grandes medios creando la impresión de un país en guerra civil, advirtió.

 

SOLIDARIDAD DEL MNOAL, SIGNIFICADO

Según el diplomático, ante el complejo panorama, fueron contactados en Naciones Unidas los miembros del Movimiento de Países No Alineados (Mnoal), con el objetivo de realizar un debate en torno a los acontecimientos.

Nos reunimos en la tarde del lunes 24 de febrero en la ONU, donde expusimos los hechos, y recibimos muchas preguntas y opiniones, y al final de ellos salió la propuesta de un documento con la postura del bloque de 120 países, dijo.

Al menos 30 estados participaron en la elaboración, con sus correcciones, enmiendas y aportes.

El 26 de febrero, Irán en su condición de presidente del Buro de Coordinación del Movimiento circuló el texto acordado, en el cual se fijó la solidaridad con el pueblo y Gobierno venezolanos por la situación de violencia que sufren.

Ese pronunciamiento del Mnoal constituye una derrota de la manipulación mediática y la injerencia, señaló el embajador.

Moncada destacó que la postura del bloque integrado por 120 de los 193 miembros de Naciones Unidas pone en evidencia a monopolios de la información y potencias extranjeras, empeñadas en la desestabilización como arma para derrocar a la Revolución Bolivariana.

"Lo que ocurre en Venezuela es distorsionado por quienes pretenden hacer ver a un país en guerra civil, que se cae a pedazos, cuando en realidad lo que sucede es una minoría violenta tratando de desestabilizar a una mayoría que quiere paz", indicó.

A través del documento, el Mnoal reafirmó la importancia de garantizar la institucionalidad democrática y la información confiable, así como su compromiso con la paz, la estabilidad, la soberanía y la no injerencia en los asuntos internos de los pueblos.

Se trata de una muestra de apoyo a un Gobierno democrático, en sus acciones por controlar a una minoría violenta, de acuerdo con el orden jurídico venezolano y su respeto a los derechos humanos, expuso el representante permanente.

Para Moncada, tal posición significa hacer valer las leyes nacionales, "sin que vengan de Estados Unidos o de algunos países europeos colonialistas a decirnos qué hacer, y menos quienes alientan a los grupos violentos".   Por otra parte, el Mnoal demandó una fiel representación en los medios de los hechos en el terreno, con lo que reconoce el encubrimiento por los monopolios informativos de la realidad venezolana.

"Hay en esa declaración una derrota de la campaña internacional, y por tanto del cerco mediático, como también hay un revés para la intervención extranjera", sentenció.

El diplomático insistió en que corresponde a los venezolanos solucionar sus asuntos, en sintonía con el ordenamiento legal y su soberanía, sin interferencias.

Además, trajo a colación anteriores intentos de desestabilización con ingredientes similares: la violencia y la injerencia foránea.

Desde el triunfo del líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez (1954-2013), en las elecciones de 1998 hasta la actualidad, las fuerzas progresistas en la nación sudamericana han enfrentado con éxito diversas y recurrentes situaciones violentas.

 

TERRENO YA TRANSITADO POR LA DERECHA

Hemos visto varias erupciones violentas en estos 15 años, con un denominador común, la salida que escogen cuando no pueden derrotar el proceso revolucionario con votos, por la vía constitucional, explicó.

Moncada aseveró que con cada comportamiento de ese tipo "solo logran convertirse en más minoritarios".

La inmensa mayoría de los venezolanos rechaza la violencia, por lo que queman su liderazgo, capital y argumentos políticos, aseguró.

Un golpe de Estado (2002), un paro petrolero (2002-2003), una permanente guerra económica y varios escenarios de violencia conforman el expediente de la derecha local, alentada por las campañas mediáticas y potencia foráneas.

Esta no es la primera de las convulsiones provocadas por tal actitud, y siempre salen de ellas perdiendo espacios en la sociedad, manifestó el representante permanente venezolano ante la ONU, quien asumió el cargo el año pasado.

En esta oportunidad -dijo- pretendían partir las fuerzas armadas, para promover una guerra civil, "algo que ni de lejos pasará en Venezuela".

Según detalló, ante el fracaso de ese plan, buscan provocar una reacción violenta del Gobierno, que los victimice y permita, con el apoyo extranjero, declararlo ilegítimo, porque desató un baño de sangre por exceso del uso de la fuerza.

 

VATICINIO BASADO EN LOS HECHOS

A partir de los antecedentes y los actuales hechos, Moncada adelantó la derrota de los desestabilizadores.

Ninguna de las cosas que persiguen han ocurrido, y como resultado cada vez hay menos violencia, fruto de una minoría enloquecida, que carece de salida constitucional y terminará por debilitar a la oposición.

Para el embajador, la conclusión se verá en las próximas semanas, una nación adolorida por la violencia, con un liderazgo opositor reducido e ilegítimo, porque destruyó su base social.

"El presidente Nicolás Maduro tendrá que ser reconocido como el mandatario que salvó a Venezuela a través de la pacificación, y mediante el diálogo con la oposición que dialoga, y el aislamiento de la oposición violenta", opinó.

 

*Corresponsal jefe de Prensa Latina en Naciones Unidas.