Un adelanto del reportaje producto de la investigación periodística de Proceso, reveló este sábado que el subsecretario y malogrado aspirante a la alcaldía de Toluca, está por construir una mansión en Sierra Ventana 300, en una superficie valuada en 55 millones de pesos; como se han hecho transacciones en el pasado, su cónyuge aparece en las operaciones relacionadas con la propiedad.
Así, el subsecretario de Gobernación Luis Enrique Miranda Nava, entra al círculo de los escándalos del dispendio millonario de los priístas, que se ha convertido en el deporte nacional. Proceso lo ubica como uno de los nuevos dueños de las Lomas de Chapultepec, la superficie del predio que pretende construir ronda alrededor de mil 693 metros cuadrados.
El otrora integrante de los llamados “Golden Boys”, se encuentra instalado ”en una finca de la influyente familia Burillo Azcárraga.” Sostiene Proceso, quien destaca que al igual que la familia presidencial, el subsecretario Miranda Nava también habita una casa blanca en la calle Sierra Gorda de las Lomas de Chapultepec, que es una mansión de mil 902 metros cuadrados en el número 525, resultado de la fusión con el predio 515, con un valor comercial estimado de 83 millones 78 mil pesos, de acuerdo con el avalúo estimado por un despacho especializado consultado por el semanario.
Calculado por peritos profesionales, el monto de la renta neta mensual que Miranda Nava debería estar pagando a la familia Burillo Azcárraga por la propiedad que habita, de acuerdo a los folios 108443 y 494776 del Registro Público de la Propiedad, se estima el arrendamiento en 218 mil pesos mensuales, cantidad estratosférica que rebasa el salario de 135 mil 967 pesos netos, reportados como percepciones mensuales del servidor público de Gobernación.
El reportaje que se publica en el más reciente n{número de la revista, da cuenta de las condiciones de la casa que habita y arrenda el exsecretario de Gobierno mexiquense, que es descrita como un inmueble remodelado, con un gran muro de 40 metros de largo por ocho de altura; con tres grandes cocheras, puertas de madera fina y adornadas con palmas y plantas, además de dos candelabros dorados que adornan e iluminan la entrada principal.
Cuenta con una alberca semiolímpica y con un estilo moderno al interior, con acabados de lujo y terrazas amuebladas en la zona de las habitaciones.
Otra nueva tormenta mediática para ceñirse sobre los Pinos y sus veleidosos colaboradores mexiquenses.
(Con información de Proceso: Fragmento del reportaje que se publica en la revista Proceso 2006, ya en circulación).