Promueven autosustentabilidad en San Andrés Cuexcontitlán 

Toluca, México; 12 de julio de 2019. El agua tiene un valor político y económico importante, debido a ello resulta poco favorable para las autoridades promover y favorecer la construcción de cisternas o de sistemas de captación del vital líquido, o cualquier tecnología que permita el auto-abastecimiento hídrico.  “Si la comunidad se hace autosustentable en agua […]

Toluca, México; 12 de julio de 2019. El agua tiene un valor político y económico importante, debido a ello resulta poco favorable para las autoridades promover y favorecer la construcción de cisternas o de sistemas de captación del vital líquido, o cualquier tecnología que permita el auto-abastecimiento hídrico. 

“Si la comunidad se hace autosustentable en agua eso significaría que dejarían de tener ese control y manejo político de la población”, expresó Sonia Martínez Osornio, antropóloga social y directora del Centro de Ciudadanía y Acción Responsable, durante una entrevista con el equipo de AD.

Su casa, ubicada en la delegación de San Andrés Cuenxcontitlán del municipio de Toluca, es una idea de bioarquitectura que empezó a concretarse en el año 2013. La particularidad de este domicilio reside en la adopción de ecotecnias para su hechura, entre las que destacan los sistemas de captación de agua de lluvia, así como los métodos alternativos de tratamiento de aguas residuales.

Las ecotecnias son métodos que se caracterizan por aprovechar de manera eficiente los recursos naturales y materiales para generar productos y servicios para la vida diaria, así como para aprovechar de forma sostenible los recursos naturales para la vida diaria. La implementación de estas técnicas contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas y también representa una disminución en el gasto doméstico. 

Por esa vía, Sonia Martínez también mencionó que hace falta conocimiento de las autoridades en lo que respecta a la implementación de ecotecnias -como la captación de lluvias, por ejemplo: “Tenemos la idea de que puede ser una infraestructura costosa, pero en realidad no lo es”, expresó. De hecho, la inversión para las cisternas que hay en su casa (con capacidad para almacenar hasta 30 mil litros de agua) fue de 25 mil pesos en total. 

Gracias al agua que captan los aljibes, Sonia dejó de consumir el agua de la red pública y, en alguna medida, esto desestresa la extracción de mantos freáticos; además, aminora los costos familiares porque ya no paga el suministro de agua al ayuntamiento.

Pero poner estos métodos al alcance la población no es una opción rentable para los gobiernos, ya que “no tendrían una captación de ingresos considerable por concepto de agua, incluso por concepto de drenaje.”

Si todos hiciéramos la separación de aguas de uso doméstico, como son las aguas grises, las aguas negras y el agua de lluvia, no necesitaríamos el uso de drenaje y este es un servicio que anualmente cobra el ayuntamiento, dijo Sonia. 

Con estos estos pozos de absorción se favorece la recarga de los mantos freáticos; mientras que con los pozos de infiltración se generan dos efectos importantes pues, por un lado, se evita que el agua de lluvia llegue a la coladera y, por otro, se podría reducir la cantidad de recursos destinados a la descontaminación de aguas negras.

A pesar de que no representan una alternativa rentable para los gobiernos, las cisternas de captación ya se han construido de manera exitosa en San Felipe del Progreso y Temascalcingo; asimismo, un hotel de Cuetzalan se abastece totalmente con esta ecotecnia, añadió Sonia.

En Toluca, y también en el Estado de México, solo hace falta que las autoridades consideren estas alternativas como una forma de hacerle frente a la escasez hídrica que hay en muchas regiones de la entidad, finalizó.