La Facultad de Economía de la UNAM realizó un estudio en el cual reveló que, a pesar de que en el actual sexenio el salario mínimo ha aumentado un 12.8%, su poder adquisitivo real disminuyó 11.11% por el incremento de los precios de los productos básicos.
Basado en un análisis de la evaluación de los precios que forman la Canasta Alimenticia Recomendable (CAR) para una familia de cuatro personas, se indica que los precios de los productos básicos subieron un 26.9%, por lo que “los incrementos del salario mínimo son en realidad pérdidas del poder adquisitivo”, según publica Aristegui Noticias.
La información cita que ello implica que con un salario mínimo sólo se puede comprar el 33.5% de la Canasta, la cual, conformada por 40 alimentos, llegó a los 218.06 pesos diarios en octubre del año pasado, cuando el salario mínimo era de 73.04 pesos al día.
Para adquirir estos productos alimentarios se necesitan tres salarios mínimos o un aumento del 200%, mientras que para tener niveles adquisitivos similares a 1987, se requeriría que el salario mínimo fuera cinco veces más alto; es decir, del 400%.
Si por una jornada laboral de ocho horas se paga un salario mínimo, un trabajador tendría que laborar 23 horas con 53 minutos en la actualidad para adquirir la CAR, mientras que en el 2012 se requerían 20 horas con 38 minutos, y en 1987 cuatro horas con 53 minutos.
En el documento se expone que de los 52 millones de personas que conforman el total de la Población Ocupada en México, al menos el 69.3% – 36 millones – tienen ingresos menores a lo que la Constitución señala que debería ser el salario mínimo.
Sobre el aumento que se aplicó a partir del primero de enero, que llegó a 80.04 pesos, se considera que se esfumará en unos cuantos meses de inflación, considerando la tendencia que se observa en los precios de productos básicos desde hace años, pero esta vez agravada por los efectos que tendrá la liberación de los precios de la gasolina.