Se Dice Que…

Ottawa, provincia de Ontario, Canadá.- Alfredo del Mazo Maza es un hombre rico; no para incluirlo en la lista de los grandes millonarios mexicanos, pero con dinero suficiente para considerar resuelta su situación económica. De acuerdo con la manifestación de bienes en su 3 de 3, sus ingresos anuales –hasta antes de ocupar el actual […]

Ottawa, provincia de Ontario, Canadá.- Alfredo del Mazo Maza es un hombre rico; no para incluirlo en la lista de los grandes millonarios mexicanos, pero con dinero suficiente para considerar resuelta su situación económica. De acuerdo con la manifestación de bienes en su 3 de 3, sus ingresos anuales –hasta antes de ocupar el actual cargo– eran de alrededor de cinco millones de pesos, incluidos ingresos profesionales, por actividades empresariales y otros rendimientos. El salario que recibirá como gobernador a partir del próximo año será de hasta 201 mil pesos mensuales. Muy bueno. La deshonestidad nunca podrá justificarse, pero puede decirse que no tendría ningún motivo para robar al erario… como otros lo han hecho.

*

El patrimonio de Del Mazo y su familia puede ser consultado por cualquier persona; es público y está a disposición en la dirección web tresdetres.mx. De acuerdo con su declaración voluntaria, entre su esposa y él tienen una casa en la Ciudad de México, ocho departamentos en Quintana Roo, Acapulco y la Ciudad de México, y un terreno en San Miguel de Allende; cuatro automóviles; obras de arte por 2.3 millones de pesos y caballos con un valor equivalente a 600 mil pesos. La actual primera dama de nuestra entidad declara tener un ingreso promedio de 750 mil pesos anuales, por algunas actividades económicas. Poseen también tres cuentas bancarias y un fondo de inversión con más de 500 mil pesos cada una, además de otros tres tipos de inversiones superiores –cada una– a los 100 mil pesos. Sí, es de esos mexicanos a los que les ha ido muy bien. Ya sabemos cuánto es lo que tenía cuando inició; será muy interesante checar cuánto tendrá cuando termine.

*

Al polémico aspirante a candidato independiente a gobernador, Isidro Pastor, no le perdonaron la osadía de intentar disputarles el poder, ni que su hijo le haya gritado “ladrón” a Alfredo del Mazo, y lo han obligado al autoexilio. Le pusieron un ultimátum: salía del país por voluntad propia o lo enviarían a la cárcel con una acusación de lavado de dinero. Se fue desde hace meses, y ahora es un pequeño empresario en una populosa ciudad de Estados Unidos. Está bien: económicamente es próspero y su vida es tranquila, pero no podrá regresar a México, al menos en un par de años… o salvo que el PRI pierda la elección presidencial.

*

Aunque siempre se pensó que su jefe, el entonces gobernador Eruviel Ávila, lo toleró y hasta pudo animar y financiar su conducta política, los testimonios de primera mano del primer círculo de poder de ese entonces lo contradicen. El propio Eruviel ha lamentado el hecho como una traición. Isidro, dicen, rompió todos los códigos y volteó la espalda a quien lo sacó del ostracismo político. No hubo una conspiración para golpear a Del Mazo, juran y perjuran; fue un asunto que se salió de las manos. La falla que pudo tener Eruviel fue la ser débil con su amigo, eso sí –aceptan–. Cuando el entonces todopoderoso Erasto Martínez trató de meter en orden al pelón (él mismo lo ha narrado), lo cuestionó sobre por qué había traicionado de esa manera a Eruviel.

–¿Por qué lo haces? –le preguntó.

–Se lo prometí a mi madre antes de que muriera… –le respondió; ésa fue la última vez que hubo diálogo entre ambos.