“Un río de sangre”, así es como vecinos de la delegación de San Cristóbal Huichochitlán llaman al río Verdiguel por los malos olores y el color rojo, producto de actividades del rastro municipal.
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Sangre y vísceras en el río Verdiguel
El rastro realiza trabajos de matanza de reses y cerdos, y los desechos de sangre llegan al canal de aguas negras, ubicado sobre la calle Melchor Ocampo. Esta situación provoca, a todas horas del día, olores fétidos, provocando, además, problemas en la salud.
“Nos afecta porque hay muchas infecciones en la garganta. Corre toda la sangre del rastro y es una pestilencia que no se aguanta. Y eso está generando infecciones, afectando a los niños”, mencionó Petra Valdez, habitante del lugar.
Señaló que diariamente el río amanece de color rojo y con viseras de animales, a pesar de que no está permitido. Esto ha afectado a cerca de 50 familias que viven en las orillas del río. Por ello, los vecinos solicitan que sea entubado.
Por su parte, el primer delegado de San Cristóbal Huichochitlán, Ismael González, informó que, hasta el momento, no han recibido quejas por parte de los vecinos. Sin embargo, embovedar el canal es un trabajo en conjunto.
“Si se tuviera que hacer el embovedamiento, tiene que ser entre los tres órdenes de gobierno: municipal, estatal y federal. Hasta el momento, los vecinos no han venido a la delegación, pero tienen razón en quejarse por el mal olor”, explicó.
Trabajo a medias en el Verdiguel
Durante la administración de expresidente municipal de Toluca, Fernando Zamora Morales (2016-2018), se realizaron trabajos de encajonamiento del río Verdiguel. Estos consistieron en 124 metros de cajón de concreto reforzado y relleno con material de banco en 929.84 metros cúbicos, en su brazo poniente, entre Melchor Ocampo e Independencia. Pero no fueron completados.
Este canal desaloja las aguas servidas y pluviales de la ciudad de Toluca, desde el andador Paseo Tollocan hasta la glorieta de La Marina.