Vivirá Edoméx una de las elecciones más caras

En el Estado de México, el costo promedio del voto para las elecciones del 7 de junio será de 195 pesos, más del salario que recibe un obrero, o igual a lo que percibe un policía al día. La democracia hoy es cara y carente de una verdadera oferta política, lo que propiciará un alto […]

En el Estado de México, el costo promedio del voto para las elecciones del 7 de junio será de 195 pesos, más del salario que recibe un obrero, o igual a lo que percibe un policía al día. La democracia hoy es cara y carente de una verdadera oferta política, lo que propiciará un alto abstencionismo, sentenció Leticia Contreras Orozco, Doctora en Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).

Para este 2015 el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) dispone de un presupuesto de 2 mil 201 millones 149 mil 638, superior al que recibió este año la UAEM (mil 480 millones de pesos).

De acuerdo con la doctora, un gasto de esa magnitud ante tantos problemas sociales, refleja poca sensibilidad, aún más si consideramos lo que se invierte en educación superior, hace evidente que éste no es un tema de prioridad en la agenda gubernamental, hablar de mejoras y apoyo sólo queda en el discurso.

La lista nominal de este año es de 11 millones 245 mil 429 ciudadanos con derecho a elegir diputados federales y locales, así como 125 ayuntamientos.

Si votaran el 100 por ciento de las personas registradas en la lista, el voto tendría un costo de 195 pesos, sin embargo en el 2012, la última elección de autoridades, en la cual también se votó por el gobernador, sólo el 65 por ciento de los ciudadanos ejerció este derecho.

De acuerdo con datos del IEEM  en el 2009 donde sólo se eligieron ayuntamientos y diputados, la participación fue del 51.3 por ciento. Si para el 7 de junio se tiene una participación similar el voto podría costar casi 400 pesos, casi seis salarios mínimos.

Leticia Orozco señala que un sistema electoral donde el costo del voto es superior al ingreso diario de un trabajador, muestra que lo que está en juego son intereses alejados de la búsqueda de construir buenos gobiernos. Añade, en buena medida la desconfianza ha propiciado que los procesos electorales sean costosos.

Para la catedrática el proceso electoral del 7 de junio no será distinto al de 2012 o 2009, debido que hoy se observa una falta de credibilidad en los partidos políticos o los candidatos, lo que genera que una buena parte de la población esté pensando en no ejercer su derecho de votar, por tanto el presupuesto destinado para este proceso resulta aún más improductivo, el abstencionismo  estará presente en un buen porcentaje.

Lamentó, la falta de oferta política es lo que desalienta a la población, y con ello se genera que hoy vivamos una de las elecciones más caras de la historia.