Los murales, grabados y pintas plasmados en las paredes de la Facultad de Humanidades de la UAEMex son un grito de exigencia del movimiento estudiantil, que tuvo su apogeo en el paro que duró 130 días en el 2020. Estas expresiones han provocado un debate sobre el uso de los espacios por parte de los universitarios, la libertad de expresión y la censura.
“Prefieren las paredes blancas; [esto es] una analogía a que el estudiante de Humanidades debe ser pasivo, sin acción. Lo único por lo que se debe preocupar es no romper las reglas. En algún momento hacíamos el análisis de que las escuelas las ven como una especie de cárcel en donde va gente con una enfermedad mental, en donde todo tiene que ser blanco, porque si no se puede alterar. Ese es el pensamiento que se ha normalizado y reproducido en las Humanidades y eso es preocupante”, explicó en entrevista Axel Arellano, estudiante de esta facultad.
Él participó activamente en el movimiento estudiantil de 2020 que inició en la Facultad de Ciencias de la Conducta por la existencia de una red que lucraba con fotografías íntimas de universitarias. También por múltiples casos de violencia sexual ejercida por académicos.
“En Humanidades se tenía ese referente y aparte se estaban llevando a cabo elecciones a consejería, tanto universitaria como de gobierno. Lo que señalábamos como estudiantes es que esa consejería no era legítima porque era una candidatura única. Aparte de que consideramos que las consejerías ya no representan a la comunidad estudiantil y que solo legitima las decisiones ya tomadas por el poder”.
Murales en Humanidades
El movimiento estudiantil –que llevó a paro a cinco facultades de la UAEMex– buscó diversas formas de expresión. Una de ellas fue la pinta de murales por artistas locales en la Facultad de Humanidades. Estos se realizaron con la intensión de expresar las demandas sociales y estudiantiles.

“En una ocasión teníamos asamblea de la Facultad de Humanidades en donde la comunidad determinó que sería importante que existiera arte en nuestras paredes. Eran totalmente blancas, no expresaban nada, consideramos que era importante que en ese momento se representara lo que se vivía. Por eso se hizo una invitación a colectivos a realizar los murales”.
Con el levantamiento del paro, autoridades universitarias señalaron que retirarían los murales. Sin embargo, la negativa de los estudiantes llevó a que la permanencia de estos se consultara, y la mayoría de universitarios votó por mantenerlos.
“En un inicio no hubo apertura, pero la comunidad estudiantil ha buscado precisamente que se sigan llevando a cabo estos espacios artísticos”.
Arte gráfica en la Facultad de Humanidades
En las áreas del Ágora de Cénide –desde el pasado 26 de septiembre– los universitarios instalaron grabados del taller “La Chispa” y el colectivo URTARTE como parte de un acto político-cultural que convocaron estudiantes de Humanidades.
Paola Verónica –estudiante de Historia y colaboradora de URTARTE– señaló en entrevista que el objetivo de la convocatoria fue condenar la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Además, apropiarse del Ágora de Cénide, pues es un área creada para los estudiantes.
Por su parte, Axel Arellano explica por qué trabajan conjuntamente con este colectivo desde el 2020:
“Los compañeros y las compañeras de URTARTE siempre han tenido una idea del arte como una herramienta contrahegemónica. En este sentido, sabíamos que existían compañeros y compañeras artistas que podían, de alguna manera, contribuir a la lucha a través de la gráfica, expresando nuestras inconformidades (…). A veces se tomaban fotografías y los compañeros y compañeras los pasaban a grabados y eran formas de expresión importantes para la lucha”.
Con este y otros proyectos de arte, las exigencias y propuestas del movimiento estudiantil siguen presentes en los muros de la Facultad de Humanidades en la UAEMex. Además, de invitar a la reflexión de los universitarios.
“El arte educa, concientiza, sensibiliza a los sujetos y eso es importante para llevar a cabo un movimiento estudiantil, un movimiento social. El arte tiene un gran poder de sensibilidad a los sujetos, lo que puede leerse en un documento de diez cuartillas, fácilmente lo puede entender en una obra”, concluyó Axel Arellano.