El rostro de la pobreza en México

El rostro de la pobreza en México
Los detalles nos alcanzan a mostrar que es necesario implementar programas sociales que focalicen a los sectores con mayor nivel de carencias

La semana pasada revisamos en este espacio los números revelados por el Coneval sobre el combate a la pobreza en México. Subrayamos la trascendencia de que, por primera vez en la historia reciente, se redujera en más de cinco millones el número de personas que viven en pobreza en territorio nacional. También mencionamos que las mejoras salariales y los programas sociales que entregan apoyos económicos fueron un factor interno determinante. A ello se deben sumar factores externos, como el envío de remesas por parte de los migrantes.

Para entender mejor: La ruta en el combate a la pobreza

Al final del texto dije que en la lectura de los datos se debería poner atención a los detalles, porque si bien quedó probado que incrementar el salario y aplicar programas sociales dio resultado, ahora es necesario fortalecer aquellas instituciones y políticas públicas que otorguen a la gente las condiciones para ejercer sus derechos sociales. Bien, pues veamos sólo algunos de esos detalles, que el propio estudio del Coneval revela.

El primer tema es ¿qué perfil tienen los pobres en México? O dicho de otra forma, si quisiéramos poner un rostro que se correspondiera con quien tiene más probabilidades de encontrarse viviendo en pobreza, ¿cuál sería? Bueno, pues los números nos dicen que sería un rostro femenino, de alguien que viviera en una población rural y que, además, fuera indígena. Eso significa que 71% de las personas que tienen esas características en México viven en condición de pobreza multidimensional o extrema. De acuerdo con el Coneval, estamos hablando de 1.7 millones de mujeres indígenas, viviendo en poblaciones marginales y pobres.

Y, en el otro extremo, ¿qué características tendría una persona para correr con mejor suerte y no ser pobre? Pues un hombre, que habite en zona urbana y que no sea indígena. De todas las personas que viven en pobreza en territorio nacional, solo 31% tiene esas características. Así lo revelan los números del INEGI y del Coneval.

Pobreza en México

La gente que habita en Chiapas, Guerrero y Oaxaca es, en mucho más pobre que la que habita en las Baja Californias o en Nuevo León. Son los dos extremos de la lista de entidades federativas según su porcentaje de población viviendo en condiciones de pobreza. Mientras en Baja California Sur solo 13.3% de su población es pobre, en Chiapas la cifra se eleva hasta 67.4%.

No debe olvidarse que el promedio nacional, después de la reducción reportada en los últimos dos años, se ubica en 36.3%. En el caso de nuestro Estado de México, el porcentaje de población viviendo en situación de pobreza es de 42.9% y en pobreza extrema, de 6%. Se ubica por encima de la media nacional y, de hecho, está en el “Top Ten” de las entidades federativas que concentran mayor número de gente viviendo en pobreza.

Sabemos que residir en la entidad resulta mucho más caro que hacerlo en otro lado. El ingreso promedio es de 4 mil 120 pesos al mes, lo cual es menos que el salario mínimo vigente. Además, se ubica “abajito” de la línea que el Coneval traza como limítrofe entre pobreza/no pobreza, que es de 4 mil 158 pesos para las zonas urbanas.

Bueno, los detalles nos alcanzan a mostrar con mucho mayor claridad que es necesario implementar programas sociales que focalicen a los sectores con mayor nivel de carencias. Hay que reiterarlo, programas de cobertura universal (como la pensión a adultos mayores) están arrojando resultados globales. Pero para ir minando las causas profundas de la pobreza es necesario, al mismo tiempo, afinar la mira e ir con esos apoyos hacia aquellos sectores poblacionales que están caracterizados en detalles como los que ya comentamos. Es un reto para el gobierno federal, sí, pero también hay margen de acción desde los gobiernos locales. Hace falta la voluntad política para avanzar en esa ruta.